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La plaza Lope de Vega se prepara para la puesta en escena de una de las grandes obras del Siglo de Oro.
Todo un pueblo a una contra el comendador

Todo un pueblo a una contra el comendador

Fuente Obejuna se prepara para conmemorar entre los próximos días 16 y 21 el 540 aniversario de los hechos que inspiraron a Lope de Vega para escribir uno de los clásicos de la literatura del Siglo de Oro.

Javier Almellones

Viernes, 12 de agosto 2016, 23:54

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Como ocurrió hace ya más de medio milenio, los vecinos del pueblo cordobés de Fuente Obejuna llevan meses todos a una para preparar una gran puesta en escena en su casco urbano. Se trata de la representación de uno de los grandes clásicos de la literatura del Siglo de Oro, Fuenteovejuna, de Lope de Vega.

Cuando se cumplen 540 años de los hechos que inspiraron aquella obra, los vecinos de esta villa del Valle del Guadiato se esmeran en todos los preparativos para lo que será una gran representación en los mismos enclaves que en su día inspiraron al mismísimo Lope de Vega. No en vano, en aquella pieza teatral, el escritor no hizo más que retratar uno de los acontecimientos más singulares del siglo XVI.

Esta representación se vivirá entre los próximos días 16 y 21 en la plaza principal del pueblo, que lleva precisamente el nombre del autor de la obra. Allí, donde en su día, los mellarienses -gentilicio local- desafiaron a la injusticia en general y al comendador Fernán Gómez de Guzmán en particular, se recreará aquel episodio hoy inmortal de la historia y de la literatura española.

Para ello se volcarán más de 300 personas entre actores, figurantes y voluntarios que son, en su mayoría, de Fuente Obejuna. Entre todos ellos se encargarán de la interpretación de los distintos papeles, de las labores de escenografía, de la confección de vestuario y del atrezzo, entre otros aspectos importantes para un buen desarrollo de esta pieza teatral.

La obra, en esta ocasión, se realiza también bajo la dirección y adaptación de dos vecinos: Ángel Luis Martín y Manuel Gahete. Por su parte, el compositor local José Manuel Hierro firmará la música en directo que interpretará la escuela municipal de música bajo la dirección de Salvador Balaguer.

Fuenteovejuna no es una simple representación teatral. De hecho, tiene muchos valores añadidos, como la representación por parte de los herederos de los que realizaron aquel desafío al poder real o el gran escenario donde además de los vecinos no faltan otros elementos que dan realismo a las distintas escenas, como caballos, corderos, patos o gallinas.

Este año, la representación popular de la obra de Lope de Vega, que no se celebraba desde el año 2013, transformará su principal espacio urbano en la plaza que fue en el año 1.476, en el que acontecieron los hechos que dieron lugar no sólo a una obra sino también a la célebre frase de Fuente Ovejuna, todos a una.

En la que se considera una de las obras más importantes de este escritor del Siglo de Oro, lo que se retrata es la reacción solidaria de todo un pueblo ante los agravios que cometía sistemáticamente el representante de la ley, quien ya era conocido por llevarse a los más jóvenes como soldados y por deshonrar a las mujeres del pueblo, entre otros abusos.

Como se dice en esta pieza teatral, «los de Fuente Ovejuna, una noche del mes de abril de mil y quatrocientos y setenta y seis, se apellidaron para dar la muerte a Hernán Pérez de Guzmán, Comendador Mayor de Calatrava, por los muchos agravios que pretendían averles hecho».

La población de esta villa cordobesa vio como se agotaba su paciencia en uno de los episodios más importantes del libro, cuando el comendador interfiere en la relación amorosa de dos de sus habitantes, Frondoso y Laurencia.

Los vecinos, guiados por la sed de justicia, decidieron entrar en su casa para matarlo a pedradas, pero, eso sí, exaltando el poder de los Reyes Católicos.

A pesar de que fueron enviados jueces para averiguar quiénes fueron los autores, éstos se encontraron siempre con la misma respuesta «Fuente Ovejuna lo hizo». Ante esta situación, los propios Reyes Católicos deciden perdonar al pueblo por su valentía y su solidaridad.

Desde entonces, este pueblo cordobés, cuyo topónimo se acepta hoy de cuatro formas distintas (con b y con v y separado y junto), se muestra orgulloso de aquel capítulo del siglo XV, en la que ni siquiera España estaba aún constituida como la nación que es hoy.

Pero, además de esta historia, los vecinos de esta villa del Alto Guadiato pueden presumir de tener un cuidado casco urbano, en el que sobresalen algunos edificios de interés, como la iglesia parroquial de Nuestra Señora del Castillo, reconstruida sobre los restos de la fortaleza del comendador de Calatrava. Allí se conserva una imagen gótica anterior a levantamiento del propio templo, que fue finalizado antes de que acabara el siglo XV.

Pese a ello, la ermita de Jesús Nazareno es la que se considera como la primera iglesia del pueblo. De hecho, allí tuvieron las reuniones de los vecinos para su conjura contra la tiranía de Fernán Gómez de Guzmán. Posiblemente, según, algunos cronistas, fuera levantada sobre una anterior mezquita.

Justo una centuria después se levantó el convento de los Padres Franciscanos, que, antes que estar en el seno del casco urbano, estuvo en un paraje más apartado de la villa.

Además de otros edificios religiosos, como las ermitas de la Caridad y de la Virgen de Gracia, buena parte del patrimonio local tiene relación con la arquitectura civil. No en vano, allí se conservan algunas casas señoriales de los siglos XVII y XVIII. Junto a ellas, sobresale el palacio modernista de Cardona, un edificio de principios del siglo XX de clara inspiración gaudiana.

Pero, además del legado de su principal casco urbano, esta villa tiene otras singularidades, como sus 14 aldeas, que están repartidas a lo largo y ancho de su término municipal. Entre ellas, se encuentran las de Alcornocal, Cardenchosa, Cañada del Gamo, Los Pánchez, Navalcuervo, Piconcillo y Posadilla, entre otras.

En su territorio se mezclan las dehesas de encinas donde se crían los cerdos ibéricos y sus cotos de caza mayor. No en vano, Fuente Obejuna es conocida hoy por su turismo cinegético y por su gastronomía.

Entre los productos más importantes, se encuentran lógicamente los derivados del cerdo ibérico, pero, entre ellos, especialmente el jamón. En su repertorio culinario, se pueden encontrar platos como el lechón ibérico, el lomo de orza, el conejo al ajillo o embutidos de jabalí o ciervo.

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