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Pederastia y asesinato Caso Dutroux: la demolición de la casa de los horrores

La decisión de derruir una de las casas del pederasta y asesino Marc Dutroux devuelve a la actualidad uno de los casos más truculentos de la historia del crimen en Europa.

Viernes, 31 de Marzo 2023

Tiempo de lectura: 5 min

Marc Dutroux conmocionó al mundo en los noventa por el secuestro y la violación con especial sadismo de seis niñas, de entre 8 y 19 años. Asesinó a cuatro ellas y dos sobrevivieron.

Las chicas estuvieron encerradas en dos casas de Dutroux. Una de ellas, en Marcinelle (Charleroi), fue demolida en 2021. Ahora ha sido derribada la segunda, en Sars-la-Buissière. Casi 27 años después del hallazgo en el jardín de los cuerpos de Julie y Mélissa, las víctimas más jóvenes, de 8 años, «vamos a darle a este sitio la serenidad que se merece», ha dicho el alcalde. Pero no es fácil.

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El criminal. Marc Dutroux, un pederasta reincidente, cuando fue detenido en febrero de 1996.

Julie y Mélissa, fueron secuestradas por Dutroux, un electricista con antecedentes por robo y violencia, el 24 de junio de 1995. Las encerró en una celda en un sótano; abusó de ellas y filmó numerosos videos de las violaciones. Dos chicas más, An de 17 años y Eefje, de 19, fueron secuestradas el 22 de agosto por Dutroux con la ayuda de un cómplice, Michel Lelièvre. Como en la celda del sótano estaban las más pequeñas, a las dos nuevas secuestradas las encadenó a una cama en una habitación, abusó de ellas y las asesinó semanas después. La esposa de Dutroux, Michelle Martin, que vivía en la casa, estaba enterada de todos estos crímenes y colaboró en ellos.

Las niñas murieron de inanición mientras su secuestrador estuvo detenido por robar coches durante cuatro meses

En diciembre, Dutroux fue detenido y encarcelado por el robo de unos coches de lujo y permaneció arrestado hasta el 20 de marzo de 1996. Julie y Mélissa murieron de inanición durante este tiempo porque estaban encerradas y la esposa de Dutroux no se atrevía, dijo, a bajar a la mazmorra a darles de comer. Alegó que le daba miedo lo que haría su marido si interactuaba de alguna forma con las niñas.

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Las niñas.Julie y Melissa, de 8 años, las dos víctimas más jóvenes del pederasta.

Dutroux fue liberado tras cumplir la condena por robo y siguió con su labor depredadora. Enterró a las niñas pequeñas y en mayo de 1996, él y Lelièvre secuestraron a Sabine, de 12 años, cuando salía del colegio y en agosto, a Laetita, de 14 años, cuando iba de la piscina a su casa. Un testigo de este último secuestro fue capaz de recordar parte de la matrícula del coche, lo que llevó hasta Dutroux, pero en un primer registro de sus casas, la policía no encontró nada, pese a que ellas estaban en el zulo. Fue dos días después cuando Dutroux y Lelièvre, presionados en un interrogatorio, confesaron todo. Sabine y Laetitia fueron encontradas con vida.

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La mazmorra. Dutroux mantuvo retenidas a las niñas en el sótano de una de sus casas, donde había construido una celda.

Otro par de días más tarde, Dutroux confesó que en el jardín su otra casa, la que ahora ha sido derruida, encontrarían los cadáveres de las más pequeñas y también el cuerpo de un 'amigo', Bernard Weinstein, a quien por una discusión sobre drogas, y en otro ejercicio de sadismo, castró y enterró vivo. Finalmente, indicó el lugar, próximo a su casa, donde estaban los cuerpos de An y Eefje.

La lenta y poco eficaz investigación policial indignó a la sociedad belga. Indignación que aumentó en 1998, cuando Dutroux, que era trasladado sin esposas hacia el tribunal logró escapar. Fue arrestado horas después. Fue condenado a perpetua en 2004. Lelièvre a 25 años. Michelle Martin, al cumplir 16 de los 30 años a los que fue condenada, salió de prisión e ingresó en un convento de clarisas.

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Las supervivientes. Sabine y Laetitia sobrevivieron. Regresaron a la casa de los horrores en 2004 (en la foto) como parte de un homenaje a las víctimas./ Getty Images.

A la conmoción inicial, siguió la protesta multitudinaria y la crítica a las autoridades (Dutroux ya había sido detenido años atrás por maltrato y violación). La histórica 'marcha blanca', una manifestación sin precedentes en Bélgica que congregó en silencio a más de 300.000 personas en Bruselas, motivó una reforma legislativa, la reorganización de los servicios de orden público y la creación de un centro para niños desaparecidos.

La mayor diligencia policial y legal hizo que poco después de conocerse la sentencia contra Dutroux, la Policía detuviese al guarda forestal Michel Fourniret, francés residente en Bélgica, autor del secuestro, violación y asesinato de una niña de 12 años en el país y de otros seis delitos similares en Francia. Fourniret también cometió sus crímenes ayudado por su esposa y, al igual que Dutroux, tenía antecedentes por agresiones sexuales a menores.

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La mujer cómplice. Michelle Martin participó en los delitos de su marido, aunque ella alegó que lo hizo atemorizada por él. Estuvo en prisión, peor ahora lleva más de una década en un convento.

La mujer de Dutroux, Michelle Martin, que ahora tiene 62 años, lleva diez en el convento para escándalo de no pocos belgas que se manifestaron en su día frente a la residencia de las monjas clarisas. El arzobispo de la región se distanció entonces de la decisión que «depende de la voluntad de las hermanas». La abadesa del convento, sin dejar de estar «conmocionada por el sufrimiento de las familias», alegó que estaban listas para acoger a Martin: «Es un desafío». Nada se sabe de su estancia en el convento los últimos diez años, salvo que nunca ha pedido perdón a las familias. Ella siempre ha alegado que estaba totalmente sometida y aterrorizada por Dutroux. Desde agosto del año pasado está en libertad sin condiciones. Al parecer, sigue en el convento.

Michelle Martin y Dutroux se conocieron en 1981; ella era una discreta maestra y él estaba aún casado con su primera esposa, con la que tenía dos hijos. Michelle, dice, se sintió desde el principio fascinada por él. En 1984, ya divorciado, tuvieron a su primer hijo. Poco después, Dutroux fue a la cárcel por la violación de una menor. Pero Michelle se casó con él en prisión en 1989 mientras cumplía la condena. Cuando salió en libertad, tuvieron dos hijos más, en septiembre del 93 y en noviembre del 95. Julie y Melissa, las niñas de 8 años violadas por Dutroux, fueron secuestradas en junio, estando ella embarazada.

El mayor de sus hijos, Frédéric, ahora de 38 años, habló para una publicación cuando su madre fue trasladada al convento, y aunque no tiene contacto con ella, lo hizo para defenderla: «Ella no es un monstruo; le deseo que encuentre la paz». Los padres de las niñas violadas que murieron desnutridas, sin ingerir alimentos ni agua durante meses, dentro de una mazmorra, mientras ella vivía en el piso superior, no se han pronunciado.