E. Cortés y J. Carnero posaron juntos en un acto reciente. :: M. C. J.
CostadelSol

La destitución de una edil provoca una nueva crisis en Benalmádena

El tripartito gobernará en minoría tras apartar de sus funciones a una concejala no adscrita «por respeto a decisiones internas»

MARI CARMEN JAIME

Jueves, 7 de junio 2012, 09:49

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Cuando apenas se ha cumplido el primer año del mandato tripartito en Benalmádena, una nueva crisis de gobierno azota a la localidad. Y es que, desde la administración local se envió ayer un comunicado mediante el cual se hacía pública la destitución de las funciones que hasta el momento ostentaba la concejala de Turismo, Encarnación Cortés.

Esta maniobra política, calificada por el equipo de gobierno como un «reajuste de las delegaciones del Ayuntamiento con el objetivo de dotarlas de mayor fortaleza y cohesión», deja al tripartito al frente del Consistorio (PSOE, UCB e IU) con un gobierno en minoría. En este sentido, hay que recordar que la edil protagonista de estos cambios concurrió a las últimas elecciones municipales bajo las siglas de Unión Centro Benalmádena, agrupación independiente cuya militancia abandonó a principios del pasado mes de abril.

El alcalde, Javier Carnero (PSOE) justificó ayer esta decisión basándose en la «coherencia y respeto a las decisiones internas de la ejecutiva de uno de los partidos que integran este equipo de gobierno». Pese a que públicamente no se ha hecho referencia a ninguno en concreto, fuentes consultadas por este periódico señalan «fuertes discrepancias» entre UCB y la hasta hace unas horas, representante municipal de la delegación de Turismo.

Por el momento, no se ha hecho público quién será el representante municipal que recoja el testigo de Cortés al frente del área de Turismo, de manera que, al menos temporalmente, la delegación será gestionada directamente desde Alcaldía. Pese a que Cortés no quiso valorar ayer su destitución, sí que anunció a este periódico que no abandonará su acta de concejal, «por motivos que explicaré mañana (por hoy) públicamente».

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Así las cosas, el nuevo mapa político de Benalmádena queda estructurado de la siguiente forma: el tripartito compuesto por siete ediles del PSOE, tres de UCB y dos pertenecientes a IU; once representantes del PP, uno de la agrupación independiente BOLI y la concejala no adscrita.

La complicada situación y el escaso margen de diferencia entre gobierno y oposición aviva los rumores de una posible moción de censura. Desde que comenzase el mandato, esta sombra ha planeado sobre los gobernantes en más de una ocasión, aunque se hizo más patente a mediados del mes de abril cuando un medio de comunicación anunció que el PP estaba en conversaciones con la agrupación UCB para que rompiese el pacto actual con el tripartito y dejase la alcaldía en manos de los populares.

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«Tranquilidad»

En este sentido, el mandatario municipal quiso lanzar ayer un mensaje «de tranquilidad a los vecinos» asegurando que «esta modificación obedece a la necesidad de reforzar la unidad del Gobierno municipal, que seguirá trabajando con el mismo compromiso, esfuerzo e ilusión por el bien de la ciudadanía de Benalmádena». En palabras de Carnero «la reestructuración refuerza aún más la consolidación del pacto de gobierno acordado entre las tres formaciones políticas hace ahora poco más de un año».

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