
ÁNGEL ESCALERA aescalera@diariosur.es
Jueves, 8 de diciembre 2011, 11:53
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Un cambio de actitud y de hábitos favorece que se adelgace sin que sea necesario tomar medicamentos o someterse a una operación. Esto es lo que se inculca a los pacientes que acuden a la consulta de obesidad del Hospital Clínico Universitario, situada en el centro de especialidades San José Obrero (Barbarela). Para ello, se desarrolla un programa específico para controlar el sobrepeso y la obesidad. En los cinco meses que dura esa actividad, los pacientes pierden una media de siete kilos y medio. En algunos casos, esa reducción de peso oscila entre doce y veinte kilos.
El objetivo prioritario del programa es que las personas que sufren sobrepeso u obesidad lleven a cabo un cambio de actitud que traiga consigo una modificación de hábitos que les ayude adelgazar durante los cinco meses que van a la consulta y que sigan haciéndolo después. En ese periodo, los enfermos acuden a cinco sesiones a Barbarela, de las que dos son individuales (la primera y la última) y tres colectivas.
En la primera sesión, se le hace al paciente un estudio con un equipo de alta tecnología llamado impedanciómetro. La prueba consiste en conocer el peso, la talla y el índice de masa corporal y masa muscular para poder comparar ese resultado con los índices normales aconsejados. El impedanciómetro indica cuánta grasa le sobra al enfermo y cuánto músculo le falta (generalmente, por no practicar ningún ejercicio físico).
Alimentación sana
En esa primera cita, se le hace una serie de preguntas a cada paciente para saber su horario de comidas, el tiempo que dedica al descanso y al sueño, si realiza alguna actividad física y si se alimenta de forma sana.
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Las tres sesiones siguientes (una cada mes) son en grupo. En ellas se informa y se forma a los enfermos y a sus familiares o acompañantes sobre hábitos saludables de alimentación y de ejercicio físico. En la segunda cita, en concreto, se habla sobre cómo comer lo necesario. La tercera sesión sirve para orientar a elegir los alimentos más saludables, mientras que la cuarta se dedica a cómo ajustar la actividad física a las características de cada paciente.
En la quinta y última visita a la consulta de obesidad de Barbarela, que es individual como la primera, se analizan todos los parámetros antropométricos, se hace un balance del desarrollo del programa y se prescribe un plan de acción individualizado para que los pacientes puedan seguir adelgazando.
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En cada sesión, los enfermos son pesados y evaluados para comprobar la pérdida de peso y se les informa de los resultados. La consulta está bajo la supervisión del jefe del servicio de endocrinología del Hospital Clínico Universitario, Francisco Tinahones, y la coordina el enfermero Luis Moreno. Una vez transcurren los cinco meses de duración del programa, los pacientes son remitidos a sus centros de salud para continuar con la pérdida de peso a través de las consulta de consejo dietético.
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