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Plaza de la Constitución. El paso de la cofradía por el punto neurálgico de la ciudad es uno de los más esperados porque aquí se produce el acto de bendición del Nazareno. Archivo de la cofradía
Historia

Esperanza: la unión de los colores

La Archicofradía de la Esperanza es el resultado de la fusión de las cofradías del Dulce Nombre de Jesús Nazareno del Paso (morado) con la de la Virgen (verde)

andrés camino

Jueves, 14 de abril 2022, 01:00

No es posible precisar la fecha fundacional de la Cofradía del Dulce Nombre al no haberse localizado sus primeras constituciones, pero sí se tiene constancia de su existencia en el año 1567 en el convento de Santo Domingo de Guzmán, de la Orden de Predicadores. A principios del siglo XVII, mantuvo un pleito con la Cofradía de los Nazarenos de la Santa Resurrección, del convento carmelita descalzo de San Andrés, en la que esta última acusaba a la primera de no tener estatutos para efectuar su procesión el Viernes Santo.

Se viene dando al año 1609 como fecha de arranque de la primera bendición de Jesús Nazareno del Paso a los habitadores de la ciudad. La Hermandad de Nuestra Señora de la Esperanza, fundada en 1641, quedó «congregada e incorporada a la del Dulcísimo Nombre de Jesús», explicitándose de este modo en un documento notarial.

A lo largo de esta centuria, se dieron numerosas disposiciones testamentarias de cofrades del Nazareno del Paso, solicitando ser enterrados en el «Real Convento del Se ñor Santo Domingo» y amortajados con su túnica. Según el P. Andrés Llordén y Sebastián Souvirón, durante los siglos XVII y XVIII varios pontífices concedieron bulas, prerrogativas e indulgencias a los cofrades del Dulce Nombre. Estas indicaciones no han podido ser verificadas, al menos hasta el presente, en los fondos del Archivo Secreto Vaticano.

En el siglo XIX, sería cuando tomara gran predicamento la ceremonia del Paso en la plaza de las Cuatro Calles, actual de la Constitución. Se sabe, por la prensa local, la representada en el año 1851. Este acto simbolizaba el encuentro de Jesús con su Madre en la calle de la Amargura. Hasta allí se encaminaba la procesión con las imágenes del Nazareno, la Virgen, San Juan y la mujer Verónica con la finalidad de escenificar la escena piadosa.

La actividad procesional fue intensa en los años finales del siglo XIX y principios del XX, como lo demuestra el periódico La Unión Mercantil, de 1896 y 1902, respectivamente, señalando en el primero de los años que: «La archicofradía del Dulce Nombre que se venera en la iglesia parroquial de Santo Domingo, consiguió anoche [2 de abril] dejar su nombre á gran altura por la solemnidad con que se verificó su salida. La imagen de Nuestro Padre Jesús de los Pasos lucía una magnífica túnica de terciopelo con ricos bordados de oro y plata».

Fue una de las cofradías penitenciales participantes en la fundación de la Agrupación de Cofradías el 21 de enero de 1921, cuando era hermano mayor Manuel Nogueira Jiménez.

En los sucesos del 11 y 12 de mayo de 1931, la iglesia parroquial de Santo Domingo fue asaltada e incendiada, desapareciendo la talla del Nazareno del Paso, conocido con el apodo del 'Moreno', de autor anónimo del siglo XVII. Asimismo, se perdió en el antiguo templo de laOrden de Predicadores el trono efectuado en los años veinte del siglo pasado por el artista granadino Luis de Vicente.

Tras la Guerra Civil, la Archicofradía del Paso se reorganizó, convirtiéndose en una de sus prioridades encargar una talla del Se ñor del Dulce Nombre. Este cometido recayó en el escultor valenciano Mariano Benlliure y Gil, quien la terminó en 1940 en su estudio de Madrid. El obispo de la diócesis Balbino SantosOlivera bendijo la imagen del Nazareno el 10 de marzo de ese año y, trece días más tarde, se llevó a cabo su primera salida procesional. Al año siguiente, Francisco Palma Burgos realizó el trono de estilo neobarroco en el que se procesiona el venerado Nazareno.

En cuanto al capítulo institucional, los hermanos de la archicofradía acordaban en un cabildo general, celebrado en 1948, nombrar al Ayuntamiento de Málaga hermano mayor honorario. Sin embargo, el Consistorio decidió no aceptar tal nombramiento «(…) a fin de no establecer desigualdades entre las cofradías malagueñas».

La junta de gobierno de la Agrupación de Cofradías aprobó el 16 de diciembre de 1999 la lista de hermandades cuyos sagrados titulares formarían el cortejo del Vía Crucis Jubilar a celebrar el 25 de marzo de 2000. Entre éstos se encontraba la imagen del Nazareno del Paso, que vistió una túnica morada lisa y una cruz de madera, la original de Benlliure.

Busto en la plaza de la Constitución

En 2009, y bajo la presidencia de Manuel Harras Polonio, se conmemoró el IV Centenario de la bendición del Dulce Nombre de Jesús Nazareno del Paso al pueblo de Málaga con la celebración de un importante número de actos cultuales y culturales. La salida penitencial de la archicofradía en la noche del Jueves Santo se convirtió en el momento principal, pues el Nazareno del Paso dio la bendición en la plaza de la Constitución y se inauguró un retablo en el que figura un busto suyo, obra del artista hispalense Luis Álvarez Duarte; y en la plaza del Obispo, tuvo lugar un solemne acto en el que la imagen del Señor ofreció la bendición de forma excepcional a sus hermanos.

Como se citó anteriormente, la Hermandad de Nuestra Señora de la Esperanza se fundó el 16 de junio de 1641 en la iglesia conventual de Santo Domingo, agregándose a la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno del Paso para gozar de los privilegios que ésta tenía concedidos. Durante el siglo XVII, fueron numerosas las menciones testamentarias de cofrades de la Virgen de la Esperanza, imagen esculpida en este mismo período por autor desconocido.

Sus afiliados mantuvieron cierta autonomía de la del Dulce Nombre hasta el siglo XIX. En una relación de congregaciones, asociaciones, cofradías y hermandades elaborada en 1795 por el Tribunal de la Santa Cruzada, se demuestra claramente esta afirmación y se reseñan las aportaciones que recibía de fieles y devotos.

La Virgen de la Esperanza empezó a tener popularidad a partir de los años veinte del siglo XX, convirtiéndose, desde entonces, en una de las Dolorosas de mayor veneración en nuestra ciudad.

En un folleto explicativo de la época, se recogía que: «De la (...) iglesia [de Santo Domingo] salen (...) [el Jueves Santo] Jesús Nazareno del Paso y la Virgen de la Esperanza, las dos imágenes más populares, que (…) despiertan febril entusiasmo y cuya entrada en el templo en la madrugada del Viernes Santo, constituye un acto grandioso». En los luctuosos sucesos del 11 y 12 de mayo de 1931, la iglesia de Santo Domingo fue incendiada y la cabeza de la Virgen de la Esperanza se salvó gracias a la intervención de Francisco Sánchez Segarra y Ramón Cerrillo. La testa de la imagen estuvo oculta en la casa de Julio Gancedo, en la plaza de Mitjana. El artístico trono en el que era portada la efigie, obra realizada en 1922 por el granadino Luis de Vicente, desapareció en estas trágicas jornadas.

Unos meses después –en agosto–, y tras la reconstrucción de su cuerpo, la talla de María Santísima de la Esperanza pasó a recibir culto en la Catedral. Para ello, medió el deán Andrés Coll, quien, en cabildo celebrado el 18 de julio de 1931, «(...) manifestó el deseo significado por los cofrades de la Hermandad de Nuestra Señora de la Esperanza, de traer a nuestro templo la venerada imagen de su titular, que antes recibía culto en la quemada iglesia de Santo Domingo, a fin de que ahora lo reciba en la Catedral». Los canónigos acordaron: «(...) acceder a tan piadoso deseo, colocando dicha imagen en la capilla que está a la entrada del vestuario de los Señores Capitulares, en el altar de Jesús y los niños». Posteriormente, otras cofradías solicitaron el permiso al Cabildo Catedral para dar culto a sus imágenes en la basílica.

La Santísima Virgen de la Esperanza fue restaurada en 1938 por el escultor Adrián Risueño Gallardo y, dos años más tarde, efectuó su primera salida procesional.

Entre los años 1945 y 1950, se construyó el nuevo trono por el citado Adrián Risue ño, encargándose de la imaginería Luis Ramos Rosa, Andrés Cabello Requena, Antonio Barrabino y Manuel Carmona.

Coronación canónica

A comienzos de los años setenta, y alentados por el sacerdote Francisco Carrillo Rubio, se inició la preparación de un dossier con la finalidad de solicitar de la Iglesia el privilegio de coronación canónica.

Con esta recopilación documental se intentaba demostrar la antigüedad de la imagen, su devoción popular y el culto ininterrumpido. La archicofradía presentó la petición a la jerarquía eclesiástica local el 15 de enero de 1985.

La Virgen de la Esperanza abandonaba la parroquia de Santo Domingo para establecerse en su nuevo templo, consagrado el 4 de junio de 1988 por el cardenal Ángel Suquía Goicoechea.

Dos semanas después, y coincidiendo con la fiesta de San Ciriaco y Santa Paula, 18 de junio, la Dolorosa perchelera era coronada canónicamente en la plaza de la Constitución. La ceremonia religiosa estuvo presidida por el Nuncio de Su Santidad en España, Monseñor Tagliaferri, quien colocó la presea a la Virgen de la Esperanza, en presencia del obispo de la dió cesis Ramón Buxarrais Ventura. Este año se cumplen el 25º. aniversario de este acontecimiento, por lo que la imagen protagonizará una procesión extraordinaria el 22 de junio.

María Santísima de la Esperanza fue restaurada en el año 2009 por el artista sevillano Luis Álvarez Duarte. Fue restituida al culto en el mes de diciembre, coincidiendo con el triduo que se le dedica anualmente.

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