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El Pionero

Las denuncias se escuchaban menos que las risotadas ante Gil y las 'mamachichos'

Domingo, 4 de agosto 2019, 09:55

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«No es lícito olvidar, no es lícito callar», decía Primo Levi con referencia a lo que sufrió en persona en Auschwitz. Salvando las distancias, ... no se puede callar ante la ignominia de una serie llamada 'El Pionero', un indecoro intento de presentar a uno de los peores delincuentes de este país, como un emprendedor incomprendido y algo bruto. Es una mentira que me temo que se están tragando miles de personas que no han querido hacer el elemental esfuerzo de repasar los hechos objetivos que reflejan la carrera delictiva de un Jesús Gil condenado por la muerte en 1969 de 58 persona y heridas otras 150 en el derrumbe del edifico ilegal en Los Ángeles de San Rafael, estafas, el asalto ilegal del Atlético de Madrid, y el saqueo sistemático del Ayuntamiento de Marbella. Con el concurso de varias disciplinas académicas (Derecho, Criminología, Sociología, Psicología...), alguna vez se explicará cómo este caso de «masoquismo colectivo» de un pueblo como el de Marbella duró tanto tiempo, y cómo el Estado de Derecho se desmanteló ante la pasividad (e incluso la complicidad) de tantas instancias del Estado. Una buena muestra de esto último la encontramos en el indulto concedido a J Gil en 1994 por el gobierno presidido por Felipe González. El entonces ministro de Justicia, Sr. Belloch, justificó ese despropósito años después, de esta manera tan singular: «Era una pena muy pequeña, de dos meses de arresto mayor y, si no se le indultaba, no se podía presentar a las elecciones de Marbella... En aquel momento Gil no era Gil, así de sencillo, no sabíamos nadie qué tipo de personaje era». ¡En 1994 no sabían quién era J Gil!

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