Cómo actuar en caso de una parada cardiaca

Con las manos y con dos dedos de frente se pueden salvar muchas vidas. Esa frase resume la importancia de actuar con rapidez cuando una persona sufre una parada cardiaca en un lugar público o en su domicilio. Solo con aplicar masaje cardicaco con las manos e insuflar aire por la boca, se logra la recuperación del 30 por ciento de los pacientes que tienen una parada cardiopulmonar. Ese porcentaje de supervivencia se eleva al 50 por ciento si a la víctima se le aplica la descarga de un desfibrilador en un plazo máximo de seis o siete minutos, según explicó ayer Ángel García Alcántara, especialista en medicina intensiva y experto en cursos de formación para enseñar a utilizar los desfibriladores que hay situados en los recintos públicos y a dar la resucitación cardiopulmonar básica.

Unas mil personas mueren cada año en Málaga debido a una parada cardiorrespiratoria (unas 30.000 en España). La mitad de esos fallecimientos se evitarían con el uso de un desfibrilador a tiempo. La importancia de prestar asistencia inmediata cuando alguien padece una parada cardiaca fuera de un centro sanitario se abordó en una rueda de prensa celebrada ayer en el Hospital Clínico, con la presencia del gerente del centro, José Antonio Medina. A continuación, hubo una demostración práctica de cómo actuar si se produce una parada cardiaca. En esas enseñanzas participaron el doctor García Alcántara; la directora de la unidad de cuidados críticos (UCI)del Hospital Clínico, María Victoria de la Torre; la presidenta de la Asociación de Expacientes de la Unidad de Cuidados Críticos (Expaumi), Paloma Rosado, y el director provincial del 061, Félix Palma.

Cuando una persona sufre una parada cardiaca hay que ponerla de espaldas, abrirle las vías aéreas inclinándole la cabeza hacia atrás con suavidad, comprobar si respira o no, solicitar ayuda, darle un masaje con las manos en el pecho (en la mitad inferior del esternón) para que la sangre llegue al cerebro y llamar de inmediato al 112 o al 061. Además, debe comprobarse si hay en las proximidades un desfibrilador y, en ese caso, aplicar una descarga al paciente para reactivar el ritmo cardiaco mientras llega el equipo de emergencias. La mayoría de las paradas están causadas por una arritmia grave, lo que se conoce como fibrilación ventricular. Aunque el corazón se para, sigue vibrando. El choque eléctrico del desfibrilador permite ordenar el ritmo cardiaco.

Solo uno de cada cinco enfermos recibe resucitación cardiopulmonar, una intervención que de hacerse a tiempo, además de salvar la vida, impide que al paciente le queden secuelas. Por cada minuto que pasa desde que se produce la parada se reducen un 10 por ciento las posibilidades de supervivencia. A partir de los cinco minutos quedan secuelas muy graves y el riesgo de muerte es elevado, precisó la doctora De la Torre. El director provincial del 061 explicó que en los últimos diez años ha habido un aumento de la intervención de los testigos de una parada cardiorrespiratoria extrahospitalaria, al pasar del 5 al 18 por ciento gracias al esfuerzo realizado para la difusión de esas técnicas entre la población.

Mañana sábado se impartirá un taller en el Hospital Clínico, en dos sesiones, para enseñar cómo actuar en caso de una parada cardiorrespiratoria. La primera sesión será de 11.00 a 12.30 horas y la segunda de 12.30 a 14.00 horas, en el salón de actos del hospital. La inscripción, que es gratuita y está abierta a todo el que quiera participar, puede formalizarse en salvarvidascontusmanos@gmail.com o en el número 689 664 302. Este taller se repetirá un sábado al mes con la colaboración de la Asociación Expaumi.