Merino exige la construcción de un dique de contención para proteger la Ensenada de los Galápagos

El viento de Levante que azotó Melilla durante toda la pasada semana provocó que la playa de la Ensenada de los Galápagos presentara un aspecto de «gran suciedad», lo que obligó a que se produjeran «cierres puntuales» de este enclave natural de forma continuada, debido a la acumulación de residuos. Así lo expresó ayer el viceconsejero de Protección del Medio Natural, Guillermo Merino, quien reclamó al Estado la construcción de «un dique de contención delante de la ensenada» que sirviera de «solución definitiva» para minimizar el impacto que causa la llegada continua de desperdicios.

Según Merino, la configuración natural de la playa hace que las basuras y desperdicios no se expandan hacia los laterales, sino que «estos se concentren en la propia orilla», lo que dificulta aún más la tarea de limpieza. Por eso, Merino considera que el Gobierno central «debe poner todos los medios a su alcance» -dado que las competencias están en manos de la Dirección General de Costas- para que los melillenses puedan utilizar para el baño esta zona del litoral «durante todo el año».

El dirigente del PP aclaró también las dudas que tienen muchos bañistas que achacan la suciedad de esta playa a los fallos de la red de contención. Así, entiende que la labor de este sistema se circunscribe a limitar «la llegada de los residuos sólidos flotantes a media agua», no los que flotan en la superficie, y a evitar «la entrada de medusas».

Vecinos de la zona de El Mantelete y asiduos a esta playa urbana declararon a SUR que «es una pena» que los últimos fines de semana «la playa esté más tiempo cerrada que abierta al baño».