A. CHAVES
Jueves, 6 de septiembre 2007, 04:24
La Cueva de Nerja es una fuente inagotable de información sobre la prehistoria, sobre los primeros pobladores. El conservador de la gruta, Antonio Garrido, señala que de momento no está excavado ni el 20% del potencial arqueológico, por lo que la cavidad esconde trabajo para varias generaciones de arqueólogos.
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De momento, las 151.588 piezas darán mucho trabajo y mucho que hablar a los investigadores. Entre el material encontrado, se hallan piezas de las sociedades agropecuarias de los periodos Neolítico y Calcolítico (de 2.000 a 6.000 años de antigüedad); cerámicas decoradas y lisas, instrumentos de piedra pulida (hachas y azuelas) y tallada (cuchillos y puntas de sílex), anillos, brazaletes y otras piezas de adorno y hasta molinos de cereal.
Del Paleolítico Superior y Epipaleolítico, caracterizados por sociedades cazadoras y recolectoras, se han encontrado elementos de uso cotidiano como útiles de sílex y hueso: raspadores, un tipo de burilés, perforadores, anzuelos, así como vestigios de la base de alimentación de estos homínidos. Además de la diferente tipología de utensilios, los arqueólogos han inventariado una gran variedad de fauna característica de la época.
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