Las formas de los dedos de los pies dicen mucho de tu personalidad

Isabel Méndez

Málaga

Sábado, 26 de agosto 2017, 00:28

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A menudo son los grandes olvidados, y eso a pesar de que soportan el peso de nuestro cuerpo y también pueden ser el origen (y solución) de varios de las enfermedades que nos afectan. Aunque por lo general pasan desapercibidos, lo cierto es que los pies dicen mucho de las personas, más de lo que a priori podría pensarse... Para los estudios, se les agrupa en cuatro grandes grupos según su morfología. ¿Sabes a cuál perteneces? Aquí puedes comprobar si la teoría se confirma con la realidad.

Son aquellos en los que el segundo dedo es más alto y estrecho que el gordo y sobresale sobre el resto. Los dedos acaban como en punta, lo que hace que el pie tenga cierta forma de triángulo. Los que los tienen así son personas muy activas, deportistas y sociales. También se apunta a que pueden ser buenos líderes por saber motivar a los que están a su alrededor.

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El dedo gordo y el siguiente son bastante similares y la altura de los demás va en disminución, formando como una pirámide hacia abajo. Es el tipo de pie más común, ya que se estima que es el que tiene aproximadamente la mitad de la población. Se asocia a personas emprendedoras, con carisma y más bien rebeldes hacia la rutina.

Así se denomina a aquellos cuyas falanges presentan una longitud muy similar. Conocidos también como 'pies de campesino', son característicos de personas que analizan hasta la extenuación cualquier duda o problema que les surge. Por lo tanto, huyen de la improvisación y a la vez transmiten seguridad y son de fiar puesto que meditan muy bien sus decisiones y son coherentes con ellas.

O también 'pie afilado'. El tamaño de los dedos va descendiendo en escala, y en ciertos casos están bastante juntos unos de otros. Este pie se asocia con personas soñadoras e idealistas, a las que en ciertos casos les de mantener su vida privada al margen, por lo que son todo un mundo a descubrir.

Al margen de estas cuatro grandes categorías, que engloban a los tipos más habituales, también se habla de pies germánicos, celtas... Porque así como no hay dos personas iguales, tampoco hay dos pies idénticos.