El refugio axárquico que tiene nexos con Estados Unidos
Macharaviaya, que este 4 de julio excepcionalmente no podrá celebrar el Día de la Independencia, guarda una estrecha relación con la emancipación del país norteamericano
Quien ha recorrido sus calles ha comprobado que está ante un pueblo diferente, que rompe moldes. Aunque tiene la fisionomía de un típico municipio de la Axarquía, Macharaviaya tiene elementos que lo hacen especial. Calles empedradas, una majestuosa iglesia o un solemne mausoleo son piezas que sólo encajan en esta tranquila villa malagueña. Situada en un lugar recóndito, pero, al mismo tiempo, cercano al Mediterráneo, este pueblo es hoy distinto y singular por lo que allí aconteció durante el siglo XVIII y parte del XIX. En ese período logró que incluso se le conociera como el 'pequeño Madrid', por la influencia que llegó a tener en la corte del mismísimo Carlos III.
Esto fue posible gracias a la familia de los Gálvez, una clan burgués que consiguió transformar la villa con una serie de construcciones que hoy se ven o se intuyen en un sosegado paseo por sus calles.
Se sabe incluso que a tan sólo unos metros de la parroquia de San Jacinto se levantó una fábrica de naipes, que iban con destino a las Américas, en un lucrativo negocio que explotaban los Gálvez. Fue un privilegiado monopolio gracias a las poderosas influencias que llegaron a tener durante décadas.
Esta familia también realizó en la localidad numerosas obras que aún se pueden visitar. Ése es el caso de la antes mencionada iglesia, erigida originalmente en 1505, pero restaurada durante el esplendor de esta acaudalada familia y convertida, posteriormente, en su propio panteón.
Gracias a la familia burguesa de los Gálvez este pueblo fue conocido como el 'pequeño Madrid'
Los miembros de este linaje llegaron a financiar otras obras menos vistosas, pero de gran importancia para sus vecinos, como las de ingeniería hidráulica, uno de los problemas históricos de Macharaviaya. Este hecho se relata en uno de los azulejos que recuerdan el pasado histórico de la villa. También se puede comprobar en uno de los pilares que se encuentran en la calle Real de Málaga de la localidad, que fue en aquella época una de las más prósperas. De aquella familia, quien dejó más huella en la historia fue Bernardo de Gálvez, conocido por ser el héroe de una de las batallas más importantes de la Guerra de la Independencia Americana (Pensacola). Llegó a ser virrey de Indias y a fundar la ciudad de Galveston.
De su biografía, lo que más ha trascendido hasta nuestros días es su acto más épico y valiente, que se puede resumir con el lema de 'Yo solo', con el que se sintetiza el momento en el que decidió entrar con su embarcación en la bahía de Pensacola a pesar de los hostiles cañones ingleses. Gracias a ello, es uno de los personajes más conocidos del inicio de la historia de Estados Unidos.
Desde 2009, en homenaje a este personaje histórico, el pueblo de Macharaviaya ha celebrado cada primer sábado de julio el Día de la Independencia Americana, con la recreación histórica de la épica batalla en la que este ilustre macharatungo mostró su valentía. Eso sí, mañana 4 de julio, este evento no se celebrará en cumplimiento con lo que estipula la 'nueva normativa', aunque, sin duda alguna, será una jornada a recordar en esta villa axárquica unida a la historia de Estados Unidos.
La tranquilidad y los atractivos naturales e históricos de Macharaviaya la han convertido en una residencia habitual para artistas de todo tipo de disciplinas. Entre ellos, estuvo en su día el dibujante norteamericano Robert Harvey, quien vivió en el pueblo durante tres décadas. De hecho, falleció en la propia localidad en el año 2004.
Por otra parte, en la pedanía, en Benaque, nació Salvador Rueda, uno de los poetas más importantes del Modernismo. Actualmente se puede visitar su casa natal, que se conserva casi como era en su infancia.
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