Viva la Feria, en la calle Muro de Puerta Nueva, prácticamente vacía una semana antes de comenzar la Feria ROCÍO LÓPEZ

El quejío de la moda flamenca en Málaga

Crónicas de la 'no Feria' ·

Los comercios de este sector sufren tras dos años sin feria ni eventos y las ventas caen más de un 80%

Rocío lópez

Jueves, 19 de agosto 2021, 00:18

málaga. Entre vestidos de flamenca, peinetas, abanicos y fajines se encuentran dos padres con sus tres hijas eligiendo los colores de los collares que quieren ... comprar. La madre, hablando en un perfecto castellano británico, fue la encargada de ponérselos a cada una de ellas. A la más pequeña, un collar rosa palo; a la mediana, uno de color turquesa; y a la mayor, uno fucsia, todos ellos combinados con unas pulseras de bolas a juego. Con una sonrisa que se vislumbraba en los ojos achinados de las niñas, la familia abandonaba la tienda El Rocío en calle San Juan.

Publicidad

Hace un par de años, sería impensable entrar en agosto en una tienda de moda flamenca y elegir tranquilamente. Habría gentío, vestidos de gitana de un lado para otro, colas en los probadores, las calles repletas y el olor a biznaga perenne en cada esquina. Últimos retoques de complementos, compras de última hora para ir al Real cada noche de feria y ganas de disfrutar de las actividades organizadas durante la semana más especial de los malagueños tras el arranque de los fuegos artificiales.

Tienda de 'El Rocío' en calle San Juan ROCÍO LÓPEZ

Desde que comenzó la pandemia del coronavirus, muchas personas se han tenido que conformar con el emoticono de la gitana del WhatsApp como sinónimo de feria. Los comercios de moda flamenca, castigados tras dos años sin apenas ventas, resisten confiando en un 2022 de normalidad.

Antonio Guerrero y Rosa López, hace 38 años no se hubieran esperado estos años de película de terror. Su hijo, Moisés Guerrero, es el que ahora lleva el legado de su familia y sigue resistiendo al comercio, al que ha visto, y que le ha visto crecer: Viva la Feria. «Cuando comenzó la pandemia en marzo, teníamos la colección de 2020 recién llegada a tienda, pero nos paró en seco, nuestro negocio está teniendo pérdidas por encima del 80%, es un milagro que nos mantengamos vivos», explica Guerrero con un hilo fino de voz.

Publicidad

«Ayudas las mínimas», es lo que reproducen la mayoría de los comercios que se dedican al sector de la moda flamenca. «Hemos recibido alguna por parte del Ayuntamiento de Málaga y de la Junta, pero ni muchísimo menos se acercan a las pérdidas que estamos teniendo», afirma Guerrero sobre las ayudas a los pequeños comercios. Además, el propietario de Viva la Feria reclama más visibilidad al sector de la moda flamenca porque se sienten «abandonados».

Para Pepa González y Rocío Jiménez, propietarias de la tienda Gitanas, en la Plaza Camas, estos dos años también han sido una pesadilla, pero mantienen una visión positiva de cara a los próximos tiempos. «Ha sido horrible desde que se canceló la Feria de Sevilla en 2020, ahora ambas estamos positivas y viéndolo como si fuera la recta final, sin optimismo no se puede», afirma González, mientras coloca rectos y en orden los pendientes en un estante.

Publicidad

Vestidos de flamenca en rebajas en la tienda 'Viva la Feria' ROCÍO LÓPEZ

Rocieras de sangre, estas dos empresarias levantaron su comercio apasionadas por la moda flamenca. Sus vestidos destacan por la calidad de las telas y de los modelos, trabajados en una fábrica de Sevilla que llevan desde Gitanas con exclusividad, siendo vistosos y muy comerciales. «El turismo extranjero no compra, vienen como mucho a comprar mantones, pendientes o flores, pero vestidos no», sentencia González, apuntando también que desde el turismo nacional sí que se compran trajes y vestidos, sobre todo de hermandades del Rocío. Otro punto que tienen en común estos comercios es que aunque han intentado reinventarse, por ejemplo, con la venta online o de mascarillas, no han querido cambiar el modelo de negocio hacia otra línea que no fuese la de moda flamenca, porque no sería su «esencia», y no tendría sentido siendo algo temporal.

En el negocio Dos Lunas, en calle Fajardo, Mari Ángeles de Luna recibe con una sonrisa a todo aquel que entra, junto con sus dos hijos pequeños, que este año no han podido ir al campamento como cada agosto debido a la situación económica. El negocio tiene 22 años de vida, aunque anteriormente, 'los Luna' contaban con un local en Miraflores de los Ángeles. «Te deja muy tocado que un negocio de tantos años, en el que se ha depositado tanto sacrificio, con una cosa como es el coronavirus que ni te imaginas, pueda desaparecer», añade la propietaria. «Para mis hijos no quiero esto», es lo que salía del interior de Mari Ángeles de Luna, sobre estos dos duros años de crisis del Covid. Tirando de ahorros, préstamos, y con esperanzas de que todo sea un mal sueño. «Hemos tenido suerte de que este local sea nuestro, pero aún así lo hemos pasado muy mal, sabíamos que feria como tal no iba a haber, pero se podría haber hecho algo, como en otras ciudades andaluzas», señala De Luna.

Publicidad

Aunque por las calles no se escuche a las bandas animando y formando fiesta, a los recién llegados haciéndose el 'selfie' en la puerta de la feria, o la Antigua Casa de Guardia repleta como primera parada obligatoria, los malagueños y malagueñas esperan con ganas, optimismo y con el mejor de sus bailes, un 2022 de salud, normalidad y en el que agosto sea consonante de feria.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad