El talento precoz de Alexandra Dovgan aterriza en Málaga

A pesar de su juventud, aparece en escena seria y tranquila, conocedora del ritual de concentración necesario para ejecutar el programa nada sencillo al que va a enfrentarse en el Steinway and Sons de cola que preside el escenario y que en cuestión de segundos hace suyo como si de una prolongación de sus manos se tratase con los primeros acordes de la sonata en re menor op. 31 nº2 'La Tempestad' de Beethoven. Debutar con una de las obras más interpretadas y conocidas del compositor de Bonn demuestra la valentía de una pianista dispuesta a poner de manifiesto que no sólo posee un talento excepcional, también horas y horas de trabajo que le permiten abordar un programa de altísima complejidad técnica. Su interpretación de la sonata indica una sensibilidad especial y una madurez sorprendente para un joven de 15 años, que consigue transmitirnos sin descanso el dramatismo y angustia que impregna la partitura durante los tres movimientos que la componen.

Tras ese tormento beethoveniano, llega el Carnaval de Viena op. 26 de Robert Schumann donde la intérprete consigue con éxito evocar imágenes alegres, graciosas, que trasladan al espectador a un ambiente festivo y juguetón propio del carnaval, pero también poéticas y llenas de ternura como en el caso del segundo movimiento en sol menor, en el que Dovgan demuestra su versatilidad mostrando todos los contrastes presentes en la pieza.

En la segunda parte del recital debut encontramos una muy interesante selección de piezas de Chopin: la Fantasía en fa menor op. 49, Balada nº 4 en fa menor op. 52 y el Andante Spianato y Gran Polonesa Brillante op. 22 donde vemos el virtuosismo y la pasión de una gran artista que deleitó con su magia a los asistentes durante las dos horas de recital, consiguiendo una merecidísima ovación por parte del público durante más de 5 minutos.

Tit. 1:Debutar con una de las obras más interpretadas y conocidas del compositor de Bonn demuestra la valentía de una pianista dispuesta a poner de manifiesto que no sólo posee un talento excepcional, también horas y horas de trabajo que le permiten abordar un programa de altísima complejidad técnica.