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TEXTO: SERGI OLEGO. COLPISA
Jueves, 9 de agosto 2007, 03:56
JÓVENES, osados, talentosos, zurdos, rápidos y potentes. Así son Leo Messi y Giovani dos Santos. Al argentino ya le conocen en todo el mundo. Al mexicano le están empezando a descubrir tras convertirse en la gran estrella de la pretemporada azulgrana. Sus goles y su descaro le convierten en el arma secreta del nuevo 'Barça'.
El técnico holandés, poco dado a los elogios continuados, parece rendirse a la evidencia. La gira asiática ha supuesto el despegue definitivo del mexicano, que se estrena esta temporada como integrante de la primera plantilla azulgrana. Tras la marcha de Giuly, si Giovani sigue exhibiendo un nivel tan estelar se convertirá por derecho propio en el primer recambio de Messi.
Tras disputar el Mundial sub-20 en Canadá, pasó veloz por México para cambiar de maleta y plantarse en Barcelona dispuesto a participar por segunda vez en la pretemporada del primer equipo. Valía la pena tener solo tres días de vacaciones. Esta vez viajaba con los astros para quedarse.
Giovani le debe su aterrizaje en 'Can Barça' a Joaquim Rifé. El histórico lateral azulgrana le contrató a los 13 años tras verle en un torneo infantil que se disputaba en Francia. Tras pasar por los equipos inferiores de la cantera barcelonista, su próxima nacionalización le ha abierto de forma definitiva la puerta de acceso a la gloria. Suerte para su carrera que el 28 de agosto tenga una cita con el juez para jurar la Constitución.
Al mexicano le corre sangre futbolística. Su padre, el brasileño Gerardo dos Santos 'Zizinho', jugaba en México cuando él nació, el 11 de mayo de 1989. Desde entonces está predestinado a la gloria.
Eclosión definitiva
Su gran eclosión se produjo con la selección mexicana al conquistar el Mundial Sub-17 en Perú. Hace varias semanas también participó en el Mundial Sub-20. En ambas ocasiones, Giovani estuvo entre los protagonistas de los torneos y fue escogido como el segundo y el tercer mejor jugador de la competición, respectivamente.
Sus 174 centímetros y sus 77 kilos esconden a un futbolista dotado de un tremendo tren inferior. Sus piernas son puro músculo capaces de activarse a una velocidad endiablada. Una rapidez no exenta de técnica, ya que su zurda es un prodigio.
La eclosión del mexicano ha comportado un sentimiento de protección. En el club le mantienen fuera del alcance de los medios de comunicación. En la plantilla, Ronaldinho le ha adoptado dentro de su privilegiado grupo. Señal inequívoca de que el astro brasileño ha visto en Giovani dos Santos a un 'crack' en ciernes.
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