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Pilar Millán-Astray (1879-1949) entró en la historia cofrade de Málaga por ser la primera mujer en pronunciar el pregón de la Semana Santa. El acontecimiento se produjo el 16 de marzo de 1948, hace ahora 70 años, cuando la hermana del fundador de La Legión y destacada autora teatral de la época leyó, a través de los micrófonos de Radio Nacional de España en Madrid, el texto que había escrito. Fue una alocución muy breve (de unos 15 minutos) si se la compara con los actuales pregones y se pudo escuchar en toda España y en América.
La historiadora y cofrade malagueña Paloma Sánchez Domínguez explica cómo fue el proceso de hacer pregonera a Pilar Millán-Astray. El origen se encuentra en el deseo de los dirigentes de la Agrupación de Cofradías de organizar un 'pregón lírico' en un teatro madrileño. Para ello, se pensó que la persona ideal era la hermana del fundador de La Legión, que era una dramaturga con gran fama. Pilar Millán-Astray aceptó la invitación, pero puso como condición para exaltar la Semana Santa malagueña que la alocución se hiciese en Radio Nacional y no en un teatro, al considerar que, de ese modo, la repercusión sería mucho más importante.
Esta mujer estaba vinculada a la Semana Mayor malagueña a través de la Cofradía del Cautivo, puesto que era camarera de la Virgen de la Trinidad. Una vez que dijo sí al ofrecimiento de la Agrupación, en las cartas que mantuvo con el ente agrupacional, instó a sus dirigentes a cerrar cuanto antes el acuerdo con Radio Nacional en Madrid para impedir que se les adelantase la Semana Santa de Sevilla. «Para eso no deben venir muy tarde para que no cojan la vez los sevillanos. Hay que espabilarse mucho», dejó escrito Pilar Millán-Astray, como recoge la historiadora Paloma Sánchez Domínguez.
El pregón se pronunció el citado 16 de marzo de 1948. La emisión radiofónica fue del agrado de los cofrades y recibió elogios de la comisión de Propaganda de la Agrupación. Como anécdota, Paloma Sánchez cuenta que la pregonera renunció a cobrar por escribir y decir el pregón, «un hecho excepcional en una época en la que todos los pregoneros cobraban sus honorarios». La Agrupación solo tuvo que desembolsar 245 pesetas, importe destinado a los gatos de radiación y al ramo de flores que se le regaló a Pilar Millán-Astray.
«¡Málaga! ¡Semana Santa! ¡Gloriosas cofradías! ¡Fervor! ¡Unción! ¡Advocaciones! ¡Constricción¡ ¡Gloria! ¡Amor! Todas estas palabras piadosamente unidas son como hilo de perlas de este santo pregón. Humildad el hilo; que es el de mis palabras. Ricas las perlas que, engarzadas en él, son prendas de amor y piedad del pueblo malagueño hacia sus más altos cariños en estos siete días de la Semana Máxima». Con estas palabras comenzó Pilar Millán-Astray la alocución radiofónica mediante la que ensalzó la Semana Santa de Málaga. En su exaltación, empleó un lenguaje pomposo y muy del gusto de la época.
La pregonera dijo que los días en que se conmemora la pasión de Cristo son como una «fiesta de todos y para todos, en la que hay más oraciones que palabras; en que las estrellas sirven de cirios y las flores de incienso; en que es templo, y templo gigantesco, todo el perímetro de este pueblo magnífico, y en que son todas, y cada una de sus calles, las naves de este templo».
Tras citar a las cofradías y hacer un canto a las imágenes, acabó de esta forma su intervención: «Pueblos enteros de la cristiandad esparcidos por todos los meridianos de la Tierra, imagineros y poetas de todos los continentes y de todas las razas: si tenéis corazón, si os acompañan la buena voluntad y el amor al arte y el fervor, si sentís por los colores de la mejor de todas las madres y por los tormentos de su Divino Hijo, la conmiseración y la ternura inmensa que yo siento, venid a arrodillaros, con el alma traspasada de emoción y de fe, ante las santas y maravillosas y únicas procesiones de Málaga. ¡La ciudad más bella de la Tierra!»
Para situar al lector en el universo creativo de Pilar Millán-Astray hay que mencionar que sus obras de teatro fueron representadas por los mejores actores y tuvieron mucho éxito. Quizás la más conocida es 'La tonta del bote', que incluso fue llevada al cine en varias ocasiones. Colaboradora habitual de 'ABC', 'Blanco y Negro', 'La Nación' y 'El Sol', sus escritos se caracterizaron por un modelo ideológico muy conservador, por el costumbrismo y por una cierta carga de humor. Fueron obras pensadas para calar entre el gran público.
Pilar Millán-Astray abrió el camino de la mujer en la senda del pregón oficial de la Semana Santa de Málaga. Desde 1948 hasta 2018 solo otras cuatro voces femeninas han tomado ese testigo: María Victoria Atencia (1985), Celia Villalobos (2002), Ana María Flores (2009) y María del Carmen Ledesma (2012).
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