Qué hacer para un 'detox' de pantallas tras el 'atracón' del confinamiento

Los días se hacían muy largos durante el confinamiento y echábamos de menos a mucha gente. También queríamos tener la cabeza ocupada. ¿Y dónde encontramos consuelo, evasión y ese 'contacto' con nuestros seres queridos que tanto añorábamos? ¿Qué nos permitía seguir hacia delante, teletrabajando, comprando 'online' o informándonos de la evolución de la pandemia? Para responder a todas estas preguntas hay que mirar hacia el mismo sitio: las pantallas. La tele, el ordenador, las tabletas y los móviles han sido durante las semanas más duras del aislamiento una de nuestras pocas ventanas abiertas al mundo. Según un estudio de Multiópticas, cada persona invirtió durante esa fase una media de 14 horas delante de la pantalla, tres más que de costumbre. Y este «disparate» –según lo define José María Herce, óptico y optometrista de Multiópticas– no nos ha salido gratis.

Ahora, avanzada la ya desescalada, se están viendo las consecuencias de la llamada 'screen pollution' (contaminación de pantallas). Más del 60% de los ciudadanos afirman haber sentido molestias oculares durante el confinamiento, y también ha habido dolor de cabeza (31%), escozor de ojos (25%), sequedad ocular (22%), dificultad para enfocar (20%), enrojecimiento de los ojos (17%) y empeoramiento de la visión (16%). «Es que se sumaron varios factores: el teletrabajo, muchas horas viendo Netflix, más uso de las redes sociales...», explica Herce.

La fatiga visual, sobre todo, se ha hecho muy evidente. Y muchas de las personas que tienen presbicia –algo de lo que pocos se salvan a partir de los 40 años– han notado que este problema ha dado un salto de gigante en estos dos meses de 'empantallamiento' masivo. «Es que el ojo humano no está preparado para estar catorce horas al día delante de una pantalla. Sabemos que no tenemos más remedio que convivir con estos dispositivos electrónicos, pero, por eso mismo, tenemos que aprender a regularnos y alternar su uso con otras actividades para no castigar tanto la vista», aconseja el experto. Porque puede que muchas de las consecuencias negativas que ha tenido el confinamiento para nuestros ojos sean pasajeras y desaparezcan a medida que vayamos regresando a la normalidad, pero vamos a tener que ser «conscientes del problema» y adoptar medidas 'detox'. ¡Es hora de hacer una dieta visual! Herce compara el 'atracón' de pantallas con el de comida.Afirma que ahora mismo hay mucha gente preocupada por perder los kilos de más ganados en la cuarentena, pero muy poca (casi nadie) que se haya propuesto realizar un poco de 'ayuno visual' para mejorar la salud de sus ojos. «También tenemos que hacer 'dieta' en este sentido y monitorizar las horas que usamos las pantallas para darnos un pequeño descanso del palizón. Debemos 'pactar' con nosotros mismos», anima.

Claro que, tal y como admite Herce, a veces estas buenas intenciones chocan con la dura realidad. ¿Y si tenemos que teletrabajar un montón de horas pegados a pantallas? Es inevitable, claro. «En ese caso, lo que debemos hacer es paliar el daño: contar con una buena iluminación de ambiente y no ponernos, por ejemplo, a trabajar a oscuras sólo con la luz del ordenador», recrimina. Vaya, pues esta costumbre está muy extendida, sobre todo al trabajar en casa por la noche, para no molestar al resto de la familia... ¿Qué más errores debemos evitar? «Es necesario que, aunque estemos en casa, respetemos la distancia de trabajo, que es de 50 centímetros si estamos ante el ordenador y de no menos de 40 ante una tablet o un móvil», apunta Herce. Y por último, pero no por ello menos importante... Nada de darse el empacho sin levantar la vista. «Hay que hacer pequeñas pausas, más o menos cada 20 minutos, para que los ojos tengan algo de 'recreo'», añade. El incumplimiento de estas normas básicas durante el aislamiento, debido a la inmersión abrupta en el teletrabajo, ha sido nefasto para la salud ocular. Y, como esta alternativa al trabajo presencial parece que va a cobrar fuerza tras la pandemia, estas recomendaciones deberían convertirse en una 'biblia' para todo teletrabajador. En cuanto al uso de pantallas por motivos de ocio... ahí cada cual deberá reflexionar.

El estudio ofrece algunos consejos más para el del 'detox' de pantallas: parpadear voluntariamente con frecuencia, levantar la mirada y desenfocar la pantalla, utilizar lubricantes oculares como lágrimas artificiales, añadir filtro de luz azul en el caso de que llevemos gafas graduadas y aprovechar las horas diurnas para salir a la calle y mirar a lo lejos, toda una gimnasia para los ojos 'empantallados'.

Quizá podamos pensar que con el fin de la pandemia, el 'enganche' del móvil, la tele, el ordenador y la tableta irá bajando por sí solo de forma natural. El problema es que el número de horas que pasábamos ante estos dispositivos ya era muy alto, de 11 horas de media. Y algo que preocupa mucho a los ópticos y optometristas es que ya ni siquiera se vuelva a estas cifras, ya de por sí abultadísimas, debido a los cambios de hábitos en la cuarentena. «Bajará el número de horas, pero posiblemente se queden en 12 o 12,5 –estima Herce–. La vuelta atrás es muy difícil».

Finalmente, el estudio apunta otra meta que sería de gran ayuda y que empieza a ser una tendencia social: fijar un día a la semana de 'detox de pantallas', en el que todas queden aparcadas para que podamos levantar la vista y disfrutar de la vida real. ¿Seríamos capaces?

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