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¿Qué calefacción es la más barata?

¿Qué calefacción es la más barata?

Desde el punto de vista del consumo es la de biomasa, pero es importante tener en cuenta otros aspectos (precio de la instalación, superficie, ubicación...) para elegir el sistema más eficiente y beneficioso para cada bolsillo

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Jueves, 28 de octubre 2021, 00:02

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Con el precio de la luz por las nubes y las temperaturas a la baja, no cabe duda de que la calefacción se comerá buena parte del presupuesto destinado por las familias al consumo de energía durante los próximos meses. La idea es elegir el sistema más barato y eficiente en función de las características de la vivienda que se quiera calentar (superficie, calificación energética, ubicación, tipo de aislamiento...), puesto que no es lo mismo caldear una vieja casa de tres plantas en plena montaña que un apartamento pequeño en una ciudad de clima templado. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU)acaba de publicar un estudio en el que compara el coste de calentar un piso de 90 metros cuadrados situado en una zona fría con los sistemas de calefacción más habituales. Estas son las conclusiones y las ventajas e inconvenientes de cada tecnología.

313 euros al año

Estufa o caldera de biomasa

Este sistema de calefacción, que aprovecha los residuos orgánicos de las podas o los huesos de las aceitunas como combustible, es el más económico y sostenible de todos los analizados. «Ahora bien, no todas las viviendas tienen espacio suficiente para almacenar los sacos de pellets (biomasa) o los huesos que alimentan la caldera», precisan en la OCU. Su funcionamieno es sencillo, pero requiere un conducto de evacuación de humos al exterior, además de un mantenimiento continuo para retirar las cenizas y limpiar la cámara de combustión. Las estufas distribuyen aire caliente, mientras que las calderas calientan un circuito de agua que se puede usar tanto con radiadores como con un sistema de suelo radiante. Los expertossolo aconsejan este tipo de calefacción para segundas viviendas o casas con mucho espacio de almacenaje.

339 euros al año

Bomba de calor

La calefacción con bomba de calor intercambia energía con el exterior y sirve tanto para calentar la casa en invierno como para refrigerarla en verano «de una forma sencilla y respetuosa con el medio ambiente», explican en la Asociación de Fabricantes de Equipos de Climatización (AFEC). «Se trata de los típicos splits de aire acondicionado, pero también de los novedosos sistemas de aerotermia aire-agua, una tecnología que aprovecha la energía calorífica del exterior y la lleva al interior de la casa a través de un circuito de agua caliente. Los primeros (recomendables para viviendas situadas en climas cálidos) se pueden usar como apoyo a otros sistemas de calefacción, mientras que los segundos «son más adecuados para colocar en obra nueva o si se quiere realizar una reforma completa de la casa», añaden en la OCU.

Entre las ventajas de las bombas de calor destaca su eficiencia energética –por cada kilowatio hora que consume de electricidad aporta cuatro de calor–, lo que las convierte en «una opción muy económica a pesar del elevado precio de la electricidad en este momento». Eso en cuanto al consumo, porque el desembolso inicial para la instalación de la aerotermia, una de las últimas novedades en sistemas de calefacción baratos, ronda los 10.000 euros para 16 kilowatios hora. Otro aspecto que se debe tener en cuenta es que este sistema de refrigeración requiere la colocación de unidades exteriores y esto no siempre es posible.

468 euros al año

Caldera de gas de condensación

Es la tecnología más usada en los hogares españoles (35%) para calentar la casa y disponer de agua caliente. Ahora bien, seis de cada diez calderas que todavía están operativas no son de condensación, por lo que resultan muy poco eficientes desde el punto de vista del consumo. «Si dispone de un aparato antiguo, valore sustituirlo por un nuevo modelo para mejorar su rendimiento», aconsejan en la organización de consumidores.

La caldera de condensación es la opción más adecuada para las zonas en las que hace mucho frío, «puesto que no solo distribuye el calor de forma homogénea por toda la casa sino que resulta mucho más barata (hasta un 50%) que los radiadores eléctricos convencionales». Uno de los grandes inconvenientes de este sistema de calefacción es que se necesita un acceso directo al suministro de gas natural y no siempre es posible. Los costes de instalación son elevados (4.000 euros de media) en comparación con otras tecnologías.

653 euros al año

Calefacción con gasóleo

Este tipo de calderas, mucho más contaminantes que las de gas y en proceso de desaparición, son habituales en casas ubicadas en zonas aisladas en las que resulta muy complicado acceder a canalizaciones de gas natural. Pese a que son duraderas y calientan muy rápido, requieren un espacio en el que almacenar el combustible de manera segura. «Además, el precio del gasóleo es alto y continúa subiendo», alertan en la OCU.

822 euros al año

Acumuladores y radiadores eléctricos

A pesar de que el precio de la luz está en máximos históricos, la calefacción eléctrica es «el sistema más barato y eficaz» para calentar viviendas situadas en zonas de climas suaves o segundas residencias en las que apenas se vaya a encender. También para pisos muy pequeños y bien aislados. «Los acumuladores pueden ser una buena opción para aquellas viviendas en las que no se puede hacer obra al ser fáciles de instalar y además no requieren un gran desembolso inicial».

Consejos para que la factura energética no te deje helado

  • Pon burletas en puertas y ventanas «Estos sencillos sistemas de cierre de plástico taponan la entrada de aire y contribuyen a mantener una temperatura agradable dentro de la casa», explican en la OCU.

  • Ventila temprano y levanta las persianas Ventila la habitación durante 10 minutos nada más levantarte y mantén las persianas subidas durante todo el día para que entren los rayos de sol y ayuden a mantener caliente la casa.

  • Purga los radiadores y revisa la caldera Mantener el sistema de calefacción a punto no solo ahorra muchos problemas sino también dinero. «Si tienes radiadores de agua, no te olvides de purgar el aire para mejorar su rendimiento. Además, un buen funcionamiento de la caldera puede suponer un ahorro del 15% en consumo energético», precisan en la OCU.

  • Alfombras y cortinas de color oscuro «Absorben la radiación solar y ayudan a subir la temperatura de la casa». Además de aumentar la calidez y sensación de confort de la vivienda, colocar alfombras también mejora el aislmiento.

  • Abrígate más y baja el termostato Olvídate de ir en manga corta por tu casa en pleno invierno. Abrígate más y baja el termostato de la calefacción. «Cada grado de menos se traduce en una bajada de la factura del 7%. Pasar de 24 a 21 grados, por ejemplo, supone un ahorro del 20%».

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