Libreros piden a Educación que investigue la venta de libros de texto en colegios

Según el programa de gratuidad de libros de texto, las asociaciones y los propios colegios pueden gestionar directamente los cheque-libros siempre que cumplan con los requisitos legalmente establecidos para la venta de libros, algo que los libreros ponen en duda, por lo que piden a la inspección educativa que tome cartas en el asunto antes de acudir a los tribunales. Además, denuncian casos de presiones a las familias para que adquieran los ejemplares en los colegios en lugar de hacerlo en cualquier otro negocio cuando la normativa especifica que los padres «eligen libremente el establecimiento». Las ampas y los centros concertados, sin embargo, niegan que esto ocurra y afirman que cuentan con todos los permisos necesarios para vender libros y que cumplen con todas las obligaciones que ello conlleva. Desde la Delegación provincial de Educación afirman que no les consta ninguna denuncia en este sentido y recuerdan que no supone ninguna ilegalidad esta práctica siempre y cuando cuenten con licencia comercial.

Artimañas

En el escrito enviado a la Consejería, el abogado advierte de presuntas artimañas como hacer firmar a las familias un documento por el que ceden al centro escolar la gestión del cheque antes de recibirlo para que no lo puedan canjear en otro establecimiento. «Las ampas consiguen de las editoriales unos precios inferiores por el volumen de facturación destinando el remanente a actividades ajenas al destino para el que fueron creados», explica Martín Salido. Ese dinero, según las ampas, suele dedicarse a la compra de material escolar como pizarras digitales.

Según los libreros, los colegios y asociaciones de padres compiten en unas condiciones mucho más ventajosas que ellos «puesto que son los primeros en ver a los posibles clientes», a los que les entregan el producto allí mismo con mayor comodidad. «Esto va a llevarnos al cierre», advierte Cruz Ruiz, propietaria de una librería en la capital que afirma que ha perdido el 60% de sus ingresos desde que la ampa de un colegio cercano gestiona los cheque libros. «Ellos no pagan local ni luz, todo son ganancias», se lamenta.