

Secciones
Servicios
Destacamos
PEDRO LUIS GÓMEZ
Viernes, 28 de marzo 2014, 08:18
Dicen los que entienden de estas cosas que en el último mes se han firmado más hipotecas en Málaga que en casi todo el año pasado, lo que parece que es una gran noticia. Todo indica que se ve la luz al final de túnel, lo que ocurre es que hay muchísima gente atrapada en mitad del mismo que tardará bastante tiempo en salir, sobre todo la población más joven, con cifras de paro en Málaga y en Andalucía de las que uno también duda. Tiene que haber gato encerrado, dicen algunos, mientras otros afirman que el dinero negro sigue siendo una constante en la vida laboral de un país, el nuestro, que parece apegado a una forma de vida que es poco generosa para con el resto. Ande yo caliente, que decía el refrán, pero es así. El dinero negro no cotiza, ni paga IVA, ni IRPF, ni nada de nada, pero por aquí circula como Pedro por su casa.
Lo cierto es que todo apunta a que la cosa mejora. Al menos los restaurantes tienen más vida, a la vez que afloran bares y nuevos nombres del sector servicios en el centro de Málaga y en la Costa del Sol con una facilidad pasmosa. Luego, además, si te das una vuelta por Málaga, sin tener que coincidir con un día de cruceros, te sorprendes de la animación que hay. ¿Será verdad que estamos saliendo de la crisis? Los economistas dicen que vamos camino de ello, y los estudios de Unicaja, que generalmente suelen acertar, nos señalan la misma dirección, lo que sorprende es que por mucho que te digan después te topas con la cruda realidad y rara es la familia en la que no hay unos cuantos parados, y entre los jóvenes el futuro parece que sigue siendo mucho más turbio que cuando el presente de sus abuelos, que ya es decir. Algún que otro experto ha vaticinado que las tres próximas generaciones serán mucho más pobres que la actual, lo cual no sólo es un desconsuelo, sino una paupérrima noticia. Mientras, lo más curioso es que a lo mejor nos asomamos al final del largo túnel de la crisis como antes decía sin que haya habido una explicación de cierta comprensión general de cómo entramos en ella, lo cual también es un desconsuelo enorme. Se mueve la cosa, afirman los que saben de verdad si esto arranca o no, lo que hace falta es que se confirmen los vaticinios, que sigan creciendo las hipotecas, que se mantengan las magníficas cifras turísticas (temporada de este invierno con un 21 por ciento más de ocupación superior a la misma campaña pasada en Málaga, sin duda la 'capital de moda en Europa', como afirmara en su entrevista en SUR hace unas semanas el catedrático de la Universidad de Dresde, el malagueño Serafín Quero Toribio), y que se relance toda la economía, pero, sobre todo, que baje un paro que sigue ahí, estancado, gangrena de una sociedad que nunca podrá creer en ningún dato positivo si en cada casa sigue habiendo uno o más miembros de la misma, es lo que sutilmente alguien llamó 'ociosos por obligación'. Todo está muy bien, pero mientras el paro no baje, al malagueño de a pie que no le digan lo del túnel, que sigue habiendo mucha gente dentro. De eso no cabe duda.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.