La protección del Trapiche del Prado bloquea la construcción de la residencia prevista en la zona

El deseo de la familia de Mateo Álvarez por ver construida una residencia pública para la tercera edad en los terrenos de Trapiche del Prado que este benefactor cedió a la ciudad a su muerte, en 1992, encuentra cada vez más obstáculos para su materialización. La zona suma dos décadas de espera para su transformación. Los desencuentros políticos, primero, y la crisis económica, después, mantienen a la antigua fábrica de azúcar en punto muerto y muy lejos del objetivo con el que Mateo donó a la ciudad un vetusto edificio cargado de historia. Y la situación amenaza con prolongarse aún más en el tiempo e incluso con poner punto final al sueño de la familia.

La tramitación iniciada por el Ayuntamiento en cuanto a la modificación puntual del PGOU para echar a andar el proyecto (y que permitía construir en el terreno rehabilitando la parte que hay que conservar) se ha encontrado, de un lado, con un último informe desfavorable de la Junta de Andalucía al cambio urbanístico, y de otro, con que la Consejería de Cultura ha incluido al trapiche en el Catálogo General del Patrimonio Histórico, lo que eleva su protección y dificulta aún más el proyecto.

El edil de Urbanismo de Marbella, Pablo Moro, acusó ayer a la Junta de «deslealtad institucional», ya que, según indicó, el trámite de la protección del trapiche «no ha sido comunicado al Ayuntamiento de Marbella». Además, subrayó, la incorporación al Catálogo General del Patrimonio se produjo «solo 25 días después de que el Ayuntamiento aprobara la modificación de elementos del PGOU» (en el pleno del 31 de mayo de 2013).

«Esta decisión dificulta aún más la actuación porque eleva la protección del nivel 2 al 1», algo que, para Moro es «inexplicable, después de que en Sevilla respaldaran nuestro planteamiento». En concreto, el edil hizo referencia a la reunión mantenida en la Dirección General de Urbanismo de Sevilla, «que respaldó nuestro planteamiento tanto desde el punto de vista técnico como jurídico. Por ello, con la bendición de la Junta, llevamos adelante la aprobación inicial de la modificación de elementos en el Pleno».

El siguiente paso en la dirección emprendida por el Consistorio era pedir un informe preceptivo y vinculante a la Delegación Provincial de Cultura en Málaga que, según el edil, ha sido finalmente desfavorable. «El argumento que recoge este informe se basa en que permitir obras de nueva planta en edificación exenta en parcelas de titularidad o uso público en la que se ubique el inmueble con protección parcial no se considera adecuado al rebajar la protección del elemento catalogado hasta niveles inadmisibles», relató el edil, quien también criticó que el informe no esté firmado por técnicos, sino por la propia delegada provincial de Cultura, Patricia Alba.

Desde el Consistorio indicaron que estudiarán «qué otras posibilidades quedan para cumplir con los condicionantes que en su día dejó claros Mateo Álvarez al ceder el suelo a la ciudad».

Críticas desde el PSOE

Este periódico intentó ayer sin éxito obtener una valoración del asunto por parte de la delegación provincial de Cultura. Sí emitió un comunicado el grupo municipal socialista en el Ayuntamiento de Marbella. Su portavoz, José Bernal, acusó al PP de «intentar tapar su negligencia y su incapacidad de gestión culpando a otros de lo que ellos mismos solicitan». En este sentido, explicaron que el PP ha venido reclamando la declaración del trapiche como Bien de Interés Cultural «el más alto nivel de protección, y ahora se quejan de que se incluya el edificio en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz».