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Estado en el que quedó Nicole Zanlith tras la agresión. :: SUR
MÁLAGA

La Fiscalía pide el cierre cautelar de la discoteca Olivia Valere por dejar entrar a una menor

La investigación se originó a raíz de la agresión a una joven de 15 años que perdió la visión en un ojo tras recibir un botellazo en los alrededores del local

JUAN CANO

Miércoles, 16 de octubre 2013, 09:37

La historia de Nicole Zanlith, la joven que recibió un botellazo en la cara el pasado agosto en las inmediaciones de la discoteca Olivia Valere, aún no ha escrito su último capítulo. Mientras la Policía Nacional sigue buscando al presunto autor de la agresión, la Fiscalía de Menores ha solicitado el cierre cautelar del establecimiento a la espera de que concluya el expediente abierto por el Ayuntamiento de Marbella.

La medida no está relacionada con la agresión en sí, que sucedió en los alrededores del local, sino con la posibilidad de que la discoteca haya podido incurrir en dos infracciones administrativas graves. La primera sería por, supuestamente, haber dejado entrar a Nicole, de 15 años, en el establecimiento. La segunda, por permitir que ella y su amiga, también menor de edad, consumieran alcohol dentro, según ha podido saber SUR.

Las diligencias abiertas ahora por la Fiscalía tienen su origen en el propio atestado policial elaborado en la comisaría marbellí, en el cual se tomó declaración a la víctima, a su padre y a varios testigos. La menor dijo a los agentes que la noche en que recibió el botellazo -el 19 de agosto- llegó a Olivia Valere a las dos de la madrugada junto a una amiga y tres chicos.

Según el testimonio de la chica, uno de ellos habló con el portero y pagó un reservado en efectivo, sin que nadie comprobara la documentación de los miembros del grupo. Una vez dentro, afirmó haber tomado unas cuatro o cinco copas de vodka con red bull. El Hospital Costa del Sol, donde ingresó la menor tras la agresión, constató que la joven había consumido alcohol esa noche.

Visitas al establecimiento

Nicole también aseguró a la policía que no era la primera vez que entraba en la discoteca, aunque tampoco pudo precisar cuántas veces; declaró que había accedido a la misma de manera intermitente desde hacía un tiempo. En este sentido, su padre, Michael Zanlith, admitió a los agentes que sabía que su hija había ido «alguna vez» a Olivia Valere.

La amiga con la que salió esa noche, una chica de 17 años, confirmó la versión de la víctima tanto en relación al control en la entrada como a la ingesta de alcohol. Aunque reconoció que ellas no adquirieron las consumiciones, indicó que en las barras no piden el DNI para comprobar la edad a la hora de servir las copas. Otro testigo localizado por la policía manifestó haberse encontrado con Nicole y con su amiga dentro del establecimiento esa madrugada.

A la vista de estos testimonios recabados por la policía, la Fiscalía de Menores considera que la discoteca Olivia Valere podría haber cometido las dos mencionadas infracciones -tipificadas como graves- a la Ley de Normas Reguladoras de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativos de Andalucía.

Por todo lo anterior, el Ministerio Público ha remitido un oficio al Ayuntamiento de Marbella -que es competente en materia sancionadora- en el que le insta a que abra un expediente sobre este asunto. Como primera medida provisional, le solicita la clausura cautelar del establecimiento mientras se investiga el caso para evitar que vuelvan a repetirse hechos similares.

Multa de 60.000 euros

Si se confirman las posibles infracciones, una vez que finalice el expediente, la Fiscalía de Menores pide al Consistorio marbellí que adopte dos medidas sancionadoras. La primera es el cierre del local durante un periodo de dos años. La segunda, una multa de 60.000 euros.

Este periódico intentó contactar, sin éxito, con Olivia Valere para conocer su versión al respecto. En su día, cuando se publicó el suceso, desde el establecimiento aseguraron no tener constancia de que la menor hubiese estado dentro de la discoteca.

Hay que recordar que la agresión se produjo en la zona del aparcamiento, cuando Nicole y su amiga se disponían coger un taxi sobre las siete de la mañana para volver a casa. Según el testimonio de la víctima, se originó una discusión entre un chico que las acompañaba y un grupo de jóvenes magrebíes por el turno que tenían para coger el siguiente servicio. Hubo una pelea. Nicole, según explica, se interpuso para que no pegaran a su amigo. Fue entonces cuando uno de los individuos le estrelló una botella de vodka de tres litros en el rostro. La agresión le causó seis cortes en la cara y la pérdida de visión en el ojo derecho. Desde entonces, la adolescente se ha sometido a varias intervenciones quirúrgicas para intentar recuperarla.

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