La cubierta del túnel de San Pedro tendrá un auditorio, parques infantiles y zonas de agua

El arquitecto sampedreño Juan Antonio Fernández dirigirá 'Un mar de sensaciones', nombre con el que se ha bautizado a la iniciativa que tendrá muy en cuenta el carácter marinero del entorno. De ahí que en el diseño de la pasarela central que se construirá como punto de ordenación del parque se haya apostado por líneas sinuosas que recuerdan a las olas del mar. Una estructura metálica muy ligera sobre pilares de acero levantada a distintas alturas, a modo de mirador. La urbanización se acometerá sobre un total de 54.700 metros cuadrados -900 metros lineales y 60 metros de ancho-. De ellos, 35.000 metros serán de pavimento y hasta 11.000 metros de zonas verdes (9.000 metros de zonas arbustivas y 1.000 de praderas), además de 2.000 metros cuadrados de láminas de agua.

Para los técnicos municipales, según destacó ayer la alcaldesa Ángeles Muñoz, «éste era el proyecto más idóneo para lo que queremos que se construya en la zona, y ello a pesar de que todos los proyectos presentados -un total de once- tenían una gran calidad, algunos con diseños muy novedosos y arriesgados», explicó la regidora, quien añadió que la firma cumplirá con los requisitos que se habían recogido en el pliego de condiciones para que se tire de mano de obra local a la hora de contratar al personal para ejecutar la obra.

'Un mar de sensaciones'

La iniciativa defendida por la UTE ganadora del concurso fija algunos parámetros que han sido decisivos en su elección final. Así, el proyecto 'Un mar de sensaciones' parte de la premisa de que el soterramiento es una oportunidad ansiada por los vecinos para que la ciudad «cicatrice su herida y recupere el espacio público que servirá de unión de la trama histórica y el ensanche de la ciudad hacia el mar». Por ello, se ha apostado por un parque central «repleto de vitalidad», según recoge el proyecto. Y esa será una de las funciones que desarrolle el parque una vez que sea construido: la unión de la ciudad histórica con el ensanche sur, o lo que el arquitecto ha bautizado como la «reconciliación del pasado con el presente».

Los promotores han planteado su propuesta desde dos puntos de vista. En sentido longitudinal se encuentra el paseo principal situado en la zona central del parque que se va ensanchando o estrechando y elevando o hundiendo, adaptándose así a sus distintos niveles. La mayor elevación estará sobre la glorieta del Marqués del Duero, donde se convierte en una pasarela para unir el este y el oeste de forma peatonal. Aunque el parque dispondrá de distintas entradas, la principal se ha situado en un punto de unión con las calles más comerciales, es decir, la desembocadura a la avenida Luis Braille , a la altura de las calles Carlota Navarrete y López de Mena.

En la zona norte se han situado en el proyecto zonas de juegos, láminas de agua y otro paseo más lineal que acoge el carril bici. Al sur se sitúa una franja vegetal. También se ha proyectado una posible oficina de turismo.

En sentido transversal, la propuesta presenta diversas conexiones del parque con la trama urbana mediante la construcción de plataformas y rampas «que dan a cada zona un carácter único e independiente». Entre las diferentes puertas de entrada al recinto se encuentran: la Plaza de las Sensaciones, que es la zona más cercana a las calles comerciales; la conexión con la zona verde que viene desde la playa en la parte este; la Plaza del Arte, acondicionada en la parte oeste, junto al futuro mercado gastronómico, y «formando un espacio para posibles exposiciones o actos culturales». También se contempla otro acceso a la altura de la residencia de ancianos, donde se habilitará una zona de aparatos para ejercicios.

El proyecto se completa con tres terrazas-bar, un anfiteatro (soterrado bajo el nivel del paseo, de modo que no suponga un impacto ni barrera en el conjunto), así como zonas deportivas (se ha reservado un área para hacer 'skate').

En cuanto a los aparcamientos, el proyecto contempla la creación de 280 plazas para coches, 60 para motos, 100 bicicletas y nueve autobuses.

El acuerdo alcanzado entre el Ayuntamiento de Marbella y el Ministerio de Fomento para modificar la ley que establecía que la construcción debía situarse a 50 metros de la línea de carretera ha sido «fundamental», en palabras de la alcaldesa Ángeles Muñoz para que el proyecto haya podido contemplar construcciones como las terrazas-bar, los juegos infantiles o el auditorio. «De esta forma la propuesta es mucho más atractiva tras haber logrado que esa línea se modificara hasta los 25 metros», explicó Muñoz. La regidora apuntó además a otros «acuerdos cerrados» con Repsol respecto a algunas parcelas en las que había una concesión previa y con la estación gasolinera Cepsa, existente en la zona, para que modifique su ubicación. Para hoy se ha previsto abordar en un encuentro con la actual concesionaria de Portillo, el grupo Avanza, el emplazamiento definitivo de la estación de autobuses de San Pedro Alcántara.

Calendario de obras

El calendario con el que trabaja el Ayuntamiento marbellí apunta a junio de este año para el inicio de los trabajos, una vez que la empresa constructora presente los avales y documentación y se proceda a la firma del contrato. A partir de ahí se abre un plazo de ejecución de obra de 14 meses que situaría el final de los trabajos en agosto de 2014, si bien la intención es que «pueda estar listo antes de verano del próximo año», anunció Ángeles Muñoz.

Hasta once empresas se interesaron por ejecutar el gran parque central de San Pedro, un proyecto que, entre sus muchos atractivos, tenía la disposición del presupuesto. En total, 5,8 millones de euros de un crédito con cargo al Fondo Financiero del Estado para la Modernización de las Infraestructuras Turísticas, instrumentalizado a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO) para el que el Ayuntamiento recibió el visto bueno hace ahora dos años.

De momento, los presupuestos municipales de este ejercicio 2013 incluirán una partida de 2 millones. El resto se reserva para 2014, «cuando se librará la mayor parte de las facturas», según explicó Ángeles Muñoz.

Con la puesta en marcha de las obras del parque sobre el túnel de San Pedro Alcántara se pondrá fin a casi una década de espera que han debido soportar vecinos y visitantes hasta ver transformada una zona que durante años fue considerada como uno de los principales puntos negros de tráfico de las carreteras del país. En poco más de un año será un espacio destinado al ocio y disfrute de todos.