El equipo de Virustotal: «Entrar en Google es como si a un niño le abren la puerta de una fábrica de juguetes»
Humildes, autodidactas, locos por la informática y enemigos de la formalidad: así son los últimos fichajes de la empresa más deseada por los ingenieros
N. T.
Domingo, 16 de septiembre 2012, 12:20
Publicidad
Cuando se les conoce, surge la tentación de pensar que son chicos normales. Veintimuchos o treintaypocos, vaqueros, camisetas, pasión por los ordenadores y una ... timidez inicial que, al poco rato, se transforma en llana complicidad. Bernardo Quintero, Francisco Santos, Julio Canto, Emiliano Martínez y Alejandro Bermúdez. Los últimos fichajes de Google, la empresa más deseada, estudiaron en la Universidad pública y no tienen un currículum apabullante, ni lo intentan aparentar. No lo necesitan. La brillantez de su trabajo en VirusTotal, la empresa que han levantado desde cero hasta convertirla en una pieza fundamental de la industria antivirus, ha sido suficiente motivo para que una de las compañías más avanzadas del mundo apueste por ellos.
Por eso es un error pensar que son chicos normales, aunque Alejandro cuente muerto de risa que a su madre, que no ha tocado un ordenador en su vida, le ha tenido que decir que va a trabajar «en algo así como la NASA» para que se haga una idea de lo que ha pasado.
Si Bernardo Quintero fue el padre de VirusTotal, Julio Canto fue la madre. El fundador tenía la idea en la cabeza desde 1999, pero no tenía tiempo de desarrollarla con el trabajo al frente de Hispasec. Así que hace ocho años, contrató a Julio para que desarrollara su proyecto. Él es el empleado más antiguo de VirusTotal junto con Francisco Santos, y en el sector de la seguridad informática se le conoce casi más que a Quintero, quien por su escasa afición a hablar en público y a salir de Málaga delega en él la asistencia a congresos y el trato con los clientes. Canto, ingeniero informático madrileño de 37 años, es el único foráneo del equipo en Málaga.
Francisco Santos, 34 años, ingeniero de 'teleco' por la Universidad de Málaga, solo había tenido un trabajo antes de VirusTotal: como administrador de sistemas en otra empresa del PTA. Cuando Quintero le fichó no sabía nada de seguridad informática, pero en seguida se puso al día en 'hacking ético' y ahora controla la parte que no se ve de la empresa, sus 'tripas': el análisis de los archivos en busca de virus una vez que los usuarios los suben a la página web.
Publicidad
Menos experiencia laboral - ninguna, para ser exactos- tenía Emiliano, el más joven (28 años), cuando entró en el equipo en 2008, después de cursar un máster de seguridad informática en París. Él, que ha sido la mano derecha de Bernardo en la negociación con Google, es el único de la empresa que tiene una formación específica; los demás son autodidactas, algo común en este ramo, donde los profesionales se forman investigando por su cuenta y adentrándose en el 'lado oscuro' de la Red, en los foros donde los 'hackers' comparten sus trucos.
El caso de Alejandro (29 años) es quizá el más revelador: no es informático ni 'teleco', sino ingeniero técnico industrial. Trabajaba instalando equipos electrónicos antes de que le fichara Bernardo. La versión corta de por qué le contrató la da Alejandro: «Se dio cuenta de que era un 'friki'». La versión larga es que el fundador de VirusTotal nunca ha hecho una entrevista de trabajo convencional. No le importa el currículum o la experiencia, sino lo que esa persona sabe hacer y, sobre todo, lo que le gusta hacer.
Publicidad
De hecho, si algo comparten todos los componentes de la empresa -también los dos que trabajan fuera de Málaga: Víctor Manuel Álvarez, en Bilbao; y Anthony Desnos, en Francia- es su pasión por los ordenadores. La informática, además de su trabajo, es su 'hobby', y no es extraño que se encuentren conectados a la red interna del trabajo por las noches o los domingos por la mañana. También coinciden en una visión de la empresa muy distinta a la convencional: son enemigos del traje, la formalidad y la palabrería empresarial.
A los artífices de VirusTotal no les importa ceder el timón a Google. Julio Canto describe así lo que significa para un ingeniero ser fichado por esta multinacional: «Es como si a un niño le abrieran la puerta de una fábrica de juguetes. En Google trabajan algunos de los padres de la inteligencia artificial, autores de libros que estudiamos en la universidad... Se nos ha abierto un campo impresionante». Por eso para ellos esto no es un objetivo cumplido, sino una historia que comienza: «El fin no es entrar, ahora es cuando empezaremos a disfrutar», afirman.
Publicidad
También están disfrutando de la búsqueda de su 'oficina Google' en Málaga: una casa grande con cocina, gimnasio y algunas de las comodidades que vieron en el cuartel general de la empresa en Mountain View (California). «Es todo lo que se cuenta, y mucho más», aseguran, emocionados. ¿Y no se plantean trasladarse allí? De momento no: les gusta demasiado vivir en Málaga. De hecho, uno de los puntos en los que fueron inflexibles en la negociación -que no fue con Google España, sino directamente con la matriz en Estados Unidos- fue mantener la sede de VirusTotal en la ciudad. Quieren demostrar que se puede ser líder en tecnología desde aquí. «Ahora que hemos conseguido más de lo hemos soñado, queremos transmitir esperanza a gente que seguro que es mejor que nosotros, pero que están ahí luchando por sus proyectos. Que sepan que estas cosas pasan, que no tengan complejos. Si hemos podido nosotros, ¿por qué no ellos?».
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión