Borrar
El alcalde de la ciudad junto al pregonero de este año durante el acto en la playa de La Malagueta. :: ÁLVARO CABRERA
La feria ya tiene su monólogo
Feria

La feria ya tiene su monólogo

Dani Rovira encandiló a los malagueños con sus continuos toques de humor en un pregón en el que resaltó el carácter alegre y desenfadado de la ciudad

FRANCISCO JIMÉNEZ

Sábado, 11 de agosto 2012, 03:49

Aunque hace ya doce años que hizo las maletas para ganarse la vida, Dani Rovira siempre lleva a Málaga en el acento. Y también en sus monólogos, porque las referencias a la tierra que le vio nacer son continuas, sobre todo a la hora de sacarle punta a sus vivencias en casa y con los amigos y, especialmente, defendiendo el malagueño como un idioma propio en el que la 'mijilla' y la 'pechá' sirven de unidades de medidas, el 'guarrito' es el taladro y la 'chorraera' es el tobogán'. Por eso, nadie debería sorprenderse si en su próximos guiones se cuelan en clave de humor algunas de las sensaciones, estampas y recuerdos de aquella noche del 10 de agosto de 2012 en la que tuvo «la gran responsabilidad» de pregonar la Feria de Málaga. Por ello, pese a estar acostumbrado a plantarse solo sobre un escenario, los nervios también le abordaron (como reconoció en las redes sociales) en la que calificó como «la noche más bonita» de su vida. Atrás quedaban las madrugadas sin dormir y «dándole vueltas a la cabeza» desde que, después de varias llamadas con número oculto que no quiso contestar, recibió una última con el prefijo de Málaga en la que, esta vez sí, el alcalde, Francisco de la Torre, consiguió comunicarle oficialmente que había sido elegido para anunciar la semana grande de Málaga.

Precisamente el regidor municipal fue el encargado de abrir el acto invitando a malagueños y visitantes «a pasarlo bien, pero acordándose también de quienes lo están pasando mal».

Vis cómica

Ante un público completamente entregado, el humorista comenzó ciñiéndose a los patrones propios de este tipo de actos. Arrancó de forma solemne agradeciendo su elección como pregonero y reconociendo sentirse «muy pequeño» en comparación con sus antecesores. Viéndole así, nadie diría que este chico criado en La Paz se ha hecho famoso por hacer reír a los demás. Sin embargo, su vis cómica no tardó en abrirse hueco sobre el escenario instalado en la playa de la Malagueta, una deformación profesional que le llevó a improvisar en varias ocasiones. «No va a ser un monólogo, pero sí que está cargado de complicidad», había advertido horas antes en la recepción oficial que tuvo lugar en el Ayuntamiento. Y así fue, porque desde el principio hasta el fin a lo largo del cuarto de hora que duró el pregón, Dani Rovira no tuvo ninguna dificultad para arrancar las risas y los aplausos de las personas que desde que empezó a caer la noche se congregaron en La Malagueta para presenciar el acto que marca el inicio de las fiestas. Allí también estaban sus padres (Andrés y Juani), sus hermanos y sus amigos, que son los que le han dado la posibilidad de ser «un tipo feliz».

Se mostró agradecido en todo momento, pero no quiso «ser cínico» ni obviar la realidad que vive el país marcada por la crisis, el paro y los recortes. «Si no lo hago reviento, aunque estemos ante ocho días de alegría en el que no hay que echar más leña al fuego».. Aun así, lo hizo con un mensaje de esperanza en el que resaltó la «obligación» de cumplir los sueños porque «las alas no se pueden recortar». «Mando toda mi fuerza a las familias que van remando contracorriente, a los jóvenes, a nuestros ancianos. El malagueño es solidario y no dejará caer jamás al que tiene a su lado», afirmó en forma de arenga a la que el público respondió con una cerrada ovación que el humorista, ya emocionado, aprovechó para tomar un respiro.

En ese momento ya se había metido a los malagueños en el bolsillo, pero la traca final antes de dar paso a los fuegos artificiales vino de la mano de su particular decálogo para disfrutar de las fiestas en el que no faltaron referencias al Cartojal, El Pimpi e incluso el Mocito Feliz. Al cierre, un último consejo a los jóvenes malagueños: «¡Poneros la camisetas!».

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariosur La feria ya tiene su monólogo