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LUIS TOMÁS GARCÍA
Jueves, 20 de enero 2011, 02:31
Expertos mundiales avanzan un plan que situaría a Málaga en la élite de las nuevas tecnologías.Así rezaba el titular de un artículo de este medio el pasado 21 de marzo de 2007. Una referencia al ambicioso proyecto de convertir la ciudad de Málaga en la vanguardia del servicio de Internet a los ciudadanos mediante la colocación de 2.300 puntos de acceso para navegar desde la calle y en los edificios públicos de la ciudad de Málaga. Anunciada unos meses antes de la elecciones municipales, la noticia traía el aval de los «grandes lideres de la sociedad de la información» reunidos meses antes en el recién constituido club 'Málaga Valley'. Transformar Málaga en una ciudad 'wifi' fue el objetivo; y seis meses el plazo para llevarlo a término. Sí, seis meses. Para que después algunos puedan presumir de cumplir plazos. Arrancaba aquí el largo y tortuoso camino que llevaría al Ayuntamiento de Málaga a enredarse en el proyecto Wifi-Biznaga sin encomendarse a nadie, actuando al margen de la legalidad y exponiéndose a una actuación sancionadora de la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones (CMT) a pesar de haber sido previamente advertidos. El Ayuntamiento se constituyó por su cuenta en prestador del servicio de comunicaciones de proveedor de acceso a Internet sin haber realizado la correspondiente notificación al organismo regulador, según establecía la norma. Esto en lo que se refiere a las dependencias municipales, porque del resto de los 2.300 puntos de acceso y de las 'foneras' gentilmente regaladas al Consistorio nunca más se supo. Cuatro años más tarde, parece que todo aquello no fue más que un golpe de efecto mediático. Ni la primera ciudad wifi 'del mundo' (De la Torre a la agencia Servimedia) por delante de Londres y París, ni la primera de España. A lo sumo la primera gran ciudad que ha sido objeto de la incoación de un procedimiento sancionador, el 2009/229 de la CMT, que ha desembocado en una resolución sancionadora, por todos conocida, tras más de un año de instrucción por la autoridad competente. No es motivo de orgullo.
Con el paso del tiempo a uno le surgen algunas preguntas sobre la táctica adoptada por el Consistorio malagueño en este asunto. ¿Se trataba de una huida hacia delante para tapar el fracaso del proyecto anunciado? ¿Pretendía su alcalde abrirse otra nueva causa para el victimismo? Una buena forma de distraer la atención de la opinión pública y dirigirla hacia la parte menos comprometida del proyecto original.
Y mientras tanto, en otras muchas ciudades españolas con gobiernos de todos los colores se ha trabajado en este campo con notable éxito desarrollando actuaciones que facilitan a los ciudadanos servicios de telecomunicaciones en condiciones que no distorsionan la competencia. Un panorama que ha sido esclarecido e incentivado con la aprobación de la circular 1/2010 de la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones precisando las condiciones que deben cumplir las administraciones públicas para prestar servicios y explotar redes de telecomunicaciones. Una regulación que define un marco equilibrado y permite a los Ayuntamientos fomentar el uso de las TIC entre los ciudadanos, al mismo tiempo que garantiza al sector privado un escenario para el desarrollo de ofertas en condiciones de libre mercado. Las administraciones públicas pueden ofrecer sin requisito alguno servicios de acceso a Internet en bibliotecas, centros educativos y universitarios y campus para los usuarios identificados de estos centros. Y se considera que no distorsionan el mercado las ofertas de acceso a Internet en espacios públicos que ofrezcan velocidades de acceso limitadas o el acceso exclusivo a contenidos institucionales, con notificación a la CMT.
La actuación del Gobierno del España no se ha limitado sólo a impulsar una regulación favorable al desarrollo de la ciudadanía digital desde los ayuntamientos. Ha ido mucho más lejos. En plena crisis, el Ministerio de Política Territorial ha dispuesto una línea de los Fondos de inversión local de 2010 (FEESL) para apoyar iniciativas municipales de uso intensivo de las nuevas tecnologías, con una orientación clara hacia la innovación. Concretamente, con cargo al fondo citado, se han financiado 181 proyectos de instalación de redes 'wifi', dotados con 13,4 millones de euros, de un total de 265 proyectos de mejora del acceso a las tecnologías de la información. Y se van a llevar a cabo porque estaban presupuestados.
Es muy probable que con la suma del esfuerzo de todos consigamos pronto esa ciudad a las que aspiramos desde hace mucho. Y entre las aspiraciones de la mayoría de los ciudadanos no se encuentra liderar tablas de clasificación mundiales; valoramos mucho más el cumplimiento de la palabra, la mesura en los proyectos y la eficacia en su gestión, para que se conviertan en realidades. Credibilidad, mesura y eficacia que no encuentro en los protagonistas municipales de esta historia.
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