Tres curvas para sujetar bien el volante
El paso de la A-7 por La Cala de Mijas es el más peligroso de la provincia, seguido por La Araña y Calaburras
FRANCISCO JIMÉNEZ
Sábado, 27 de noviembre 2010, 13:48
Con una media de entre cuatro y cinco accidentes al año, la curva de la A-7 a su paso por La Cala de ... Mijas se ha ganado un puesto más que relevante en el 'ranking' de los puntos negros de la red viaria en la provincia. En estos 700 metros de carretera, comprendidos entre los puntos kilométricos 201 y 202 de la antigua N-340, la estampa se repite con relativa frecuencia como resultado de una ecuación en la que intervienen diversas variables como el exceso de velocidad y la falta de prudencia, pero sobre todo el trazado, que dibuja un ángulo de 90 grados y se convierte en todo un reto al volante para los miles de conductores que cada día recorren la arteria que atraviesa la Costa, especialmente sinuosa en el tramo comprendido entre el núcleo caleño y el límite con Fuengirola al ir bordeando el litoral.
En este punto también se encuentra otra curva que históricamente ha destacado por su peligrosidad, la del faro de Calaburras. Aunque venida a menos a raíz de la ampliación del radio que se acometió en el año 2000 ganándole terreno al mar, lo cierto es que todavía se siguen registrando accidentes que, aunque no siempre revisten gravedad, sí que contribuyen a colapsar uno de los tramos con más desplazamientos de vehículos de la provincia. El último episodio se produjo el pasado 22 de septiembre, cuando un camión volcó y tras hacer la tijera quedó atravesado en mitad de la vía sentido Cádiz. El conductor salió ileso, pero el atasco fue monumental con la carretera cortada durante dos horas hasta que una grúa consiguió retirarlo de la calzada.
El trío de curvas con las que hay que andarse con cuidado cuando se circula por la antigua N-340 lo completa la de la travesía de La Araña, en la capital. El descenso del flujo de vehículos desde la apertura al tráfico de la variante Ronda Este-Rincón de la Victoria ha contribuido sobremanera a rebajar los índices de siniestralidad en este tramo de la MA-24, aunque eso no le resta méritos para seguir siendo uno de los puntos más peligrosos de la provincia.
Todo lo contrario ocurre en La Cala de Mijas, a pesar de que la autopista de peaje ha aliviado en parte la circulación. Al tratarse de una carretera por el que pueden llegar a contabilizarse hasta cien mil vehículos diarios, la necesidad de una actuación para ampliar el radio de esta curva tan cerrada es más que patente. De ello da buena cuenta el diputado socialista por Málaga, Luis Tomás, mijeño para más inri. Desde 2004 lleva trabajando para que el Ministerio de Fomento tome cartas en el asunto y no ha sido hasta ahora cuando el departamento que dirige José Blanco ha cogido el guante. «Ha costado trabajo que lo reconozcan como punto negro, hasta les he tenido que llevar fotos con una amplia selección de camiones volcados para que se hagan una idea de su peligrosidad», asegura Tomás. De momento, la Dirección General de Carreteras se ha comprometido a corregir el trazado, aunque con los actuales recortes presupuestarios también matizaron que no será a corto plazo, limitándose por ahora a adoptar medidas de carácter preventivo como el refuerzo de la señalización lumínica que advierta a los conductores de que deben levantar el pie del acelerador. Aunque el proyecto aún está demasiado verde, la actuación pasaría por reconducir el trazado hacia el interior, lo que obligaría a realizar expropiaciones. Más costes.
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