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La Fundación General de la UMA ya tiene un sucesor para Diego Vera, que comunicó su dimisión como director de la institución tras una trayectoria de diez años. El elegido para ponerse al frente de la FGUMA es Eugenio Luque (Málaga, 1960), el exdecano de Económicas. Un nombramiento confirmado a SUR por fuentes vinculadas a la universidad y que se va a materializar en una reunión del patronato de la institución encargada de organizar, entre otras actividades, los cursos de verano de la UMA. Oficialmente, Vera sale de su cargo el 31 de enero y el 1 de febrero ya asume las riendas Luque. Una transición que no da lugar a interinidades incómodas ni vacío de poder, y que está avalada por el rector de la UMA, Teodomiro López.
El nombramiento de Luque, doctor en Economía, también lanza un mensaje de estabilidad a los más de cien trabajadores con los que cuenta la institución con sede en el campus de Teatinos. La FGUMA tampoco ha sido ajena a la complicada situación de la UMA y el propio Vera ya tuvo que poner en marcha un plan de ajuste a lo largo del 2024, que aplica también al presente curso.
No obstante, Vera aseguró ayer a SUR que proyectos como los cursos de verano no están en peligro. De hecho, en los próximos días se abrirá la correspondiente convocatoria para presentar ideas y proyectos.
El capítulo Vera, en todo caso, da paso ahora al capítulo Luque. Otro hombre de la casa, con una larga trayectoria y un currículo amplio y destacado. Siempre ligado a la UMA, donde ingresó como alumno para estudiar Económicas. Lo hizo aún en los barracones, que luego dieron paso a lo que ahora es el campus más importante en el barrio de El Ejido y feudo más destacado de la UMA en el centro de Málaga.
Después de obtener una plaza como profesor titular, Luque empezó a acumular pronto responsabilidad institucional en Económicas. Ocupó la secretaría y en 2004 ganó las elecciones a decano. Un cargo que mantuvo a lo largo de dos décadas en una sucesión de encadenar mandatos a base de obtener una amplia mayoría en cada elección. Así, hasta dar paso ahora a Ana José Cisneros Ruiz, que ya formaba parte de su equipo.
En una conversación con este periódico, Luque aseguró afrontar este nuevo reto con «máxima ilusión» y destacó el trabajo realizado por su antecesor en el cargo. Al margen de las habituales frases de cordialidad, se mostró consciente de la «complejidad del momento». Un contexto, sin embargo, que no le hizo dudar a la hora de finalizar la llamada telefónica con el rector de la UMA, cuando recibió la propuesta, con un «sí».
El nombramiento de Luque tiene que ser ahora ratificado en un patronato de la FUMA. Un formalismo que dará lugar a su toma de posesión para estar ya en el cargo partir del 1 de febrero.
La FGUMA es una institución particular. Los vínculos con la UMA son estrechos y directos. La existencia de una no se entiende sin la otra. No solo obtiene financiación a través de los presupuestos de la universidad, también es una herramienta para canalizar todo tipo de actividades ligadas a la cultura o el deporte. Pero solo con la financiación de la UMA, recortada en los últimos presupuestos, no es suficiente para sostener la maquinaria de la FGUMA.
Luque admite que necesitará un tiempo para conocer de lleno los entresijos de la institución, aunque confía en «mantener el prestigio que ha acumulado» en los últimos años. Además de la excelencia académica, tiene otros atributos que necesitará, quizá más que nunca, en su nuevo reto: don de gentes y una nutrida agenda de contactos. Clave en un contexto en el que la FGUMA tiene que intensificar sus esfuerzos para obtener financiación externa para seguir levantando proyectos de relieve.
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