El Unicaja, contra la presión y la maldición
Busca la final de la Supercopa en un torneo maldito para el equipo organizador; delante, un Valencia reforzado, pero con muchas bajas
Con el impulso recibido en Singapur tras conquistar la Copa Intercontinental, el Unicaja busca este sábado en la Supercopa Endesa afianzar más todavía su renovado ... proyecto, torneo del que es el vigente campeón. El conjunto malagueño tendrá como rival al que probablemente es el equipo que más y mejor se ha reforzado este verano, el Valencia (18.00 horas, DAZN previo registro ).
El Unicaja afronta un torneo en el que ha jugado las últimas dos finales y que se presenta más equilibrado que la pasada temporada. El principal factor de igualdad es la remodelación que ha experimentado el equipo que dirige Ibon Navarro. Si la campaña pasada ganó Intercontinental y Supercopa en una semana, fue porque jugó esos dos torneos con el mismo equipo que terminó la campaña anterior. Fue como una continuación. Todo se hacía de memoria y el ritmo del Unicaja era notablemente superior al de los rivales que encontró por el camino.
Ahora la situación es distinta. Ha ganado en Singapur, pero juego no es tan fluido como antes. Ha perdido cinco jugadores y eso se nota en el engranaje del equipo. Suerte que conserva un bloque fiable. Jugadores contrastados que saben qué hacer y que han evolucionado en ese espíritu competitivo que hace falta en este tipo de competiciones cortas. El MVP de Kalinoski en la Intercontinental no es una casualidad. A jugadores como él se le requirió un paso adelante y el estadounidense respondió con brillantez.
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Esa base de veteranos debe ser la que lleve la voz cantante en la Supercopa, en parte porque delante habrá un rival fantástico como el Valencia, que ha demostrado un gran nivel en la pretemporada y que ha diseñado una plantilla para pelear por todo en la temporada de su regreso a la Euroliga. Ahora bien, el conjunto que dirige Pedro Martínez, llega a esta semifinal de la Supercopa con bajas muy importantes, pues no podrá contar con cinco jugadores: Montero, Arostegui, Badio, Sima y Happ se pierden la cita por lesión. Se podría hacer un quinteto de lujo con esos cinco elementos. La situación es tan límite, que ayer mismo el Valencia anunció que el ala-pívot internacional con Hungría Vincent Valerio-Bodon (2,06 metros, Santo Domingo (República Dominicana) y, 24 años) reforzaría al equipo para el torneo después de haber estado haciendo la pretemporada.
Para el Unicaja, la mejoría pasa por una evolución de Duarte y Castañeda, los dos fichajes que afrontan una adaptación más compleja. El primero porque es su primera experiencia fuera del 'ámbito de la NBA' y trata de encontrar su espacio en un equipo hecho y en un baloncesto nuevo, y, el segundo, porque llegó fuera de ritmo tras estar seis meses sin competir.
Luego está el asunto de la presión. El Unicaja, este equipo tan exitoso, siempre cumplió cuando tuvo que jugarse un título, pero acusó la presión cuando el campo de batalla era el Carpena. Aquí fracasó en la Final Four de 2023, en la Copa de 2024 y no fue capaz de rematar a sus rivales en las fase por el título de la Liga. Ahora tiene la oportunidad de redimirse.
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