Un Unicaja pletórico también supera al combativo Obradoiro

Desde el comienzo quedó claro que no iba a ser un encuentro fácil, a pesar de que la puesta en escena fue la deseada. Con solidez defensiva y un Osetkowski al que Ibon Navarro colocó en el quinteto inicial para que recupere sensaciones. Respondió el americano con nueve puntos casi seguidos nada más empezar. El equipo malagueño mandaba en el marcador, pero poco a poco se fue encontrando con más problemas. Primero con una defensa zonal que frenó su producción ofensiva y le hizo cometer más pérdidas de lo que es habitual. El Obradoiro aprovechó la coyuntura para ponerse por delante con tres triples seguidos demostrando que tenía muy bien estudiado el juego del conjunto malagueño. La rotación más sólida del Unicaja le permitió cerrar el primer cuarto por delante, con Ejim ahora como protagonista, aunque la igualdad era total (23-22).

Perry jugó los primeros diez minutos seguidos y luego descansó. El cuadro cajista estaba sin base, en parte porque se quería cuidar a un Carter teóricamente mermado, aunque luego se vio que estaba perfecto a pesar de ese esguince de tobillo que lo ha tenido parado desde el partido contra el Murcia. Aunque el Obradoiro seguía 'engañando' con esa zona, el Unicaja la atacó ahora mejor, en parte porque pudo correr y no sufrió tanto en los ataques en estático. Su defensa era buena y se colocó 35-30 con un Carter lanzado que logró siete puntos seguidos. Efectivamente no estaba cojo. El Obradoiro buscó con insistencia a Blazevic que anotaba sin mucha oposición cerca del aro y permitía a su equipo mantener el pulso ofensivo (37-37). El partido se puso serio cuando Will Thomas entró en escena. El de Baltimore estuvo perfecto en los dos lados de la pista y su impacto en el encuentro fue inmediato, como el de Barreiro con dos triples seguidos. En un par de minutos el equipo malagueño se estiraba para llegar al descanso con la máxima ventaja del partido, 49-41.

Cometió el Obradoiro de salir demasiado blando del vestuario y lo pagó con dureza. El Unicaja no tiene termino medio ni da tregua. Si un equipo quiere ganarle debe ser muy regular. La puesta en escena tras el descanso por parte del cuadro cajista fue brillante, con un Osetkowski que seguía perfecto. Esta vez el equipo gallego no encontraba respuestas más allá de las canastas de Blazevic y cuando se quiso dar cuenta perdía ya 62-51. La defensa malagueña seguía perfecta y con el rival dejando espacios para correr el partido se decantó ya definitivamente. Un triple de Kalinoski en el minuto 28 parecía la sentencia, 76-61. En medio de la fiesta de la grada, el Unicaja se relajó y dio vida a un rival que estaba liquidado para cerrar el tercer cuarto 76-66.

Fue el propio Unicaja el que le dio vida a su rival, insistiendo en los triples y perdiendo el rigor defensivo. Un parcial de 4-12 provocó que el partido volviese a empezar a falta de seis minutos para el final (80-78). Sufría el Unicaja con los triples de su rival, pero tuvo a dos jugadores fundamentales para sacar el partido adelante. Primero fue Djedovic, que entendió lo que tenía que hacer, y luego le tocó el turno a Barreiro. El crecimiento del gallego en los últimos meses es enorme. El final del partido fue suyo con un par de canastas posteando, forzando faltas y haciéndose con rebotes clave. El Carpena, que no hace mucho cuestionaba al gallego, coreaba su nombre. El Unicaja imponía su ley en un gran final que Carter y Perry culminaron con una jugada de fantasía y un gran mate del primero.