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Si el Unicaja es el equipo del momento en la Basketball Champions League, Saben Lee es el jugador de la temporada. El escolta estadounidense es la estrella del Manisa, que este miércoles abre en el Carpena el 'Top-16' en un duelo crucial para los ... intereses del conjunto malagueño (20.30 horas).
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El nombre de Saben Lee ha estado en boca de todos esta temporada por méritos propios. El jugador nacido en Missouri en 1999 la está rompiendo en su primera campaña en el baloncesto europeo. Lee aterrizó en el Manisa como un desconocido después de no haber tenido suerte en sus experiencias en la NBA, donde jugó 134 partidos desde 2020 a 2024. El escolta del Manisa promedia esta campaña la friolera de 27,2 puntos, aunque la realidad es que nunca fue un súper anotador, pues durante su etapa en la Universidad de Vanderbilt estuvo en unos promedios de 16 puntos. Como otros jugadores, en el momento en el que se le cerraron las puertas de la NBA optó por dar el salto a Europa.
El deporte siempre estuvo muy presente en su vida y no tuvo una infancia complicada como otros jugadores estadounidenses criados en suburbios conflictivos. Su padre, Anthonia Wayne 'Amp' Lee fue jugador profesional de fútbol americano durante nueve temporadas, en las que incluso ganó la Super Bowl con los Saint Louis Rams en 1999, así que Saben Lee se crio en un ambiente acomodado. Su padre era un amante del baloncesto y solía entrenar con él cuando era todavía un niño. «Me decía que le gustaba más que el propio fútbol americano», comentaba Lee en una entrevista durante su etapa en los Detroit Pistons.
Pese a que tuvo ofertas de distintas universidades tras una brillante etapa escolar, el anotador del Manisa se decantó por los Commodores de Vanderbilt, donde apareció otro personaje clave en su vida: Jerry Stackhouse, excelente jugador y anotador de la NBA en la década de los noventa (más de 1.000 partidos) y que fue dos veces All Star. Stackhouse, ahora asistente en los Golden State Warriors, marcó la etapa universitaria de Lee antes de que fuese elegido en el puesto 38 de la segunda ronda por los Utah Jazz, que luego lo traspasaron a los Raptors.
Sus números en el Manisa son espectaculares, especialmente en los primeros partidos, con 36 y 43 puntos, igualando con esta última marca el tope histórico de la competición. Lo llamativo es que haya seguido anotando con mucha facilidad, pese a que ya está muy vigilado y con los rivales alerta. Sus promedios provocaron que el Maccabi Tel Aviv lo reclutase a mitad de temporada para jugar la Euroliga en su exilio de Belgrado. Sin embargo, Lee aguantó poco, en parte porque se negó a viajar a Israel para jugar los partidos de la liga doméstica debido a la guerra con Hamás. En la Euroliga, jugó diez partidos y no llegó a coincidir con su primo, Trent Forrest, escolta del Baskonia que, como él, esta temporada ha dado el salto al baloncesto europeo.
Al contrario que otros anotadores, Lee destaca por su capacidad para penetrar y su tiro a media distancia, se prodiga poco en el triple y no duda en castigar las ayudas que recibe su defensor con buenos pases a sus compañeros, de hecho promedia 4,7 asistencias por partido.
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