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El mundo del baloncesto europeo mira al Unicaja. La increíble serie ganadora del conjunto malagueño cuyo último episodio se ha vivido en la Final Four ... de Atenas con el título de la Champions ha reforzado la gran aspiración del vestuario cajista, que no es otra que ganar el título de la Liga ACB.
Si repasan las entrevistas que SUR ha publicado con algunos jugadores del equipo malagueño desde que comenzó la temporada, todos tenían repetían un mensaje. Lo dijo Kameron Taylor, lo repitió Killian Tillie y lo afirmó Alberto Díaz a pocos días de la cita de Atenas.
Logrado el título de la Champions, el equipo va a por su siguiente objetivo: La Liga ACB. Es el botín más preciado porque es el más complicado de conseguir. Ganar el torneo de la regularidad implica estar entre los mejores durante nueve meses de competición, con el extra de alcanzar un buen punto de forma justo al final cuando comienzan las eliminatorias por el título.
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En este sentido, el Unicaja ha ido aprendiendo de los errores, no sólo para ganar la Liga, sino en otros torneos. Le pasó en la Final Four celebrada en Málaga en 2023, cuando el exceso de presión se llevó sus aspiraciones por delante. El vestuario era un manojo de nervios y los jugadores estaban tensos. Al año siguiente, más rodado y maduro, el Unicaja era campeón en Belgrado.
La campaña pasada, el equipo llegó con altas aspiraciones a la fase por el título, en la que superó al Manresa y luego se cruzó con el UCAM Murcia. Partía como favorito, pues había sido el mejor equipo al final de la fase regular, pero la realidad es que algunos jugadores no llegaban en su mejor punto de forma. Los murcianos eliminaron al Unicaja con tres victorias en el Carpena, lo que fue más llamativo todavía.
El cuerpo técnico cajista tomó nota de aquello y la estrategia ha sido otra para encarar el final de la temporada que se avecina en unas semanas. Tras ganar la Copa del Rey en Las Palmas, el equipo pareció sestear durante algunas semanas. Llegaron aquellas derrotas seguidas a domicilio y también el tropiezo contra el Galatasaray en la Champions. Ya entonces, Ibon Navarro explicó que, al margen de que el juego no era bueno, también se habían puesto las luces largas, que también debían alumbrar en la Final Four de Atenas, como así ha sucedido.
Ahora el equipo malagueño está a punto de acabar la fase regular de la Liga y aparece como un adversario temible para cualquier contrincante. La rotación amplia ha permitido dosificar jugadores y meter a otros a dinámicas, como está sucediendo con Tyson Pérez y Tillie (en previsión de lo que pase con Balcerowski) y mantener el nivel pese a las lesiones de jugadores importantes como Ejim o Djedovic.
Moralmente, el Unicaja está ahora el la cima. La Final Four de Atenas ha madurado más todavía al equipo, con dos partidos serios en medio de un ambiente hostil. El plan para ganar la Liga se está cumpliendo...
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