Los pequeños detalles
El Unicaja consigue en Lérida un triunfo trabajado y maduro que le acerca a la Copa
El Unicaja logró una victoria de muchísimo mérito en el Barris Nord, en un partido que demostró que, en la Liga Endesa, las diferencias no ... siempre se explican por grandes rachas, sino por los pequeños detalles que sostienen -o quiebran- un plan de partido.
La primera parte fue de clara superioridad del Unicaja. El equipo controló el ritmo, encontró ventajas desde el perímetro con Tillie y Sulejmanovic y un alto nivel de acierto desde el triple, cimentando la brecha con un segundo cuarto sobresaliente: 17-30, siete asistencias y una defensa que permitió correr, compartir el balón y dominar emocionalmente el encuentro y al rival. Con Perry manejando y asistiendo, con Kalinoski, primero, y Djedovic, después, marcando el tono atrás y la anotación, delante. Y un Balcerowski reenfocado tras su rápido primer relevo y paso por el banquillo que resultó diferencial imponiéndose en la pintura, corriendo la pista y finalizando continuaciones.
Pero todo cambió tras el descanso. Allí apareció la figura que dio sentido al partido: Ejim. Su energía y motivación en el tercer cuarto elevó por completo al Lleida: rebote ofensivo, contraataque, segundas oportunidades y un liderazgo emocional que contagió a todo el pabellón. El Lleida imprimió una agresividad tremenda, forzó pérdidas, poniendo en evidencia el balance defensivo malagueño y convirtiendo el encuentro en un ida y vuelta incómodo para el Unicaja. El parcial de 29-18 devolvió el partido a la casilla de salida y obligó a los malagueños a igualar la intensidad.
Ahí entraron en escena los matices que deciden partidos: dos triples de Perry para apagar el incendio, la lectura pausada de Díaz para frenar el caos, su acción clave sacando la quinta falta a Ejim y el trabajo silencioso de Webb y, sobre todo, de Balcerowski, pese a una técnica por un gesto innecesario, que volvió a sumar en momentos calientes.
Al final, el encuentro se redujo exactamente a un rebote, una recuperación, un tiro libre... Ventaja importante del Unicaja en la primera parte; la energía de Ejim para resucitar al Hiopos en el tercer cuarto; y, finalmente, esos pequeños detalles —y el tiro libre— decidiendo el desenlace. Un triunfo trabajado, maduro, de enorme valor y sumando cara a cumplir el primer objetivo, ir a la Copa.
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