Pepe Pozas se retira a los 31 años

Tras una rotura parcial del del tendón rotuliano de la rodilla izquierda en marzo de 2021, militando en el Obradoiro, sufrió otra rotura, ahora total, del de la rodilla derecha el 12 de marzo, cuando estaba en el Coosur Betis. Fue esta última una acción de auténtica mala suerte. La zapatilla se le quedó enganchada, y acababa contrato en el cuadro sevillano, que no le renovó tras el descenso a la LEB Oro.

El jugador se despidió con una larga nota en su perfil en diferentes redes sociales con palabras hacia los clubes por los que ha pasado, compañeros, amigos y familia, escritas sobre una larga lista de fotos que resumen su carrera. Enseguida tuvo respuesta de profesionales como Francis Alonso, Nzosa o Javi Rodríguez. «¡Gracias Pepe Pozas por todo el baloncesto que nos has regalado! Uno de los nuestros siempre. Enhorabuena por tu gran carrera, estamos muy orgullosos de ti… ¡Y mucha suerte en lo que viene ahora!», escribió por su parte el Unicaja, el club donde se forjó.

Porque Pozas, que pasó por el Clínicas Rincón en la temporada 2009-10, tuvo ya su bautizo en el primer equipo en la campaña siguiente y tanto en ella como en la 2011-12 jugó pocos minutos y salió al CB Valladolid (2013-14) antes de un ciclo largo en Santiago con el Obradoiro (2014-21), paso previo a su último destino, Sevilla, cerca de casa.

Con su retirada, el baloncesto malagueño pierde uno de sus escasos representantes a día de hoy en la máxima categoría. Con una gran capacidad en la dirección del juego, más que ser un base anotador, y una importante dosis de trabajo en la pista, se sobrepuso a un físico algo limitado con sus 1,83 metros y tiene en su palmarés una medalla de oro en el Europeo Sub-20 disputado en Bilbao en 2011 y su mejor actuación en la ACB fue en un Obradoiro-Betis en septiembre de 2020, cuando alcanzo 23 puntos de valoración. Su promedio es de 3,7 puntos en 16:18 minutos, con 3,2 asistencias y 5,1 créditos de valoración.