El Unicaja abre una nueva etapa con la llegada de López Nieto a la presidencia

Se cierra de este modo la crisis institucional más importante que ha vivido el club de Los Guindos en toda su historia. La renuncia a la presidencia de Eduardo García el 30 de marzo, después de once años en el puesto, junto a que trascendiese la decisión de la Fundación Bancaria de suprimir su aportación al presupuesto, sembraron el desconcierto en la entidad. No había una cabeza visible y las dudas sobre la viabilidad del proyecto eran máximas. A todo esto se unió un pésimo final de temporada con un undécimo puesto en la Liga, el peor de la historia reciente.

El todavía director deportivo, Manolo Rubia, y el gerente del club, Paco Sáez, asumieron la gestión, pero las dudas persistían y el margen de actuación estaba totalmente limitado por la inseguridad económica y por el hecho de que fue el presidente de la Fundación Bancaria, Braulio Medel, el que asumió el control desde Sevilla.

A medida que pasaban las semanas, fue trascendido la idea de Medel de que Antonio Jesús López Nieto se convirtiese en el nuevo presidente, aunque por cuestiones de funcionamiento del club Sergio Corral, director general de la Fundación, hiciese de puente hasta su llegada, como así se informó en su día. El hecho de que el excolegiado estuviese todavía vinculado a LaLiga como asesor arbitral impedía que tuviese un puesto ejecutivo en un club deportivo, por eso primero fue nombrado consejero. Ese paso inicial de su entrada en la cúpula del club ya adelantó lo que hoy se convertirá en realidad, su nombramiento como presidente del Unicaja. Será el primero que no pertenece a Unicaja Banco o la Fundación y también el primero que tendrá un sueldo, pues los anteriores cobraban por sus puestos en estas dos instituciones, pero no del club.

Con la llegada de López Nieto también se reestructuró el consejo de administración, en el que ahora la Fundación tiene una mayoría frente a los consejeros designados por el banco, así que cualquier decisión saldrá adelante.

El mundo de la gestión no es nuevo para el excolegiado, pues ha trabajado como cargo de confianza tanto en el Ayuntamiento de Málaga como en la Diputación Provincial. En el consistorio fue asesor del alcalde Francisco de la Torre en materia deportiva. Allí coincidió con Elías Bendodo, entonces concejal de Deporte y que en 2011 lo reclutó para la Diputación Provincial en funciones de director general de Deportes. Al anunciar su fichaje, el actual portavoz de la Junta de Andalucía, también confirmó la contratación de Juanma Rodríguez, que tras su salida del Unicaja ejercía como ojeador de los Cleveland Cavaliers de la NBA. «Será un tándem perfecto», dijo entonces Bendodo. Nieto y Rodríguez trabajaron juntos hasta que el segundo volvió a la primera línea del baloncesto al aceptar la propuesta del Coosur Betis, en el que ha estado tres temporadas. El excolegiado se centró en sus labores de asesor arbitral de LaLiga, pero justo antes de la pandemia fue nombrado patrono de la Fundación Bancaria en representación de la Junta de Andalucía a instancias de Elías Bendodo y, desde ahí, a la presidencia del Unicaja.

Nieto cuenta con una amplia experiencia en la gestión tras su paso por la empresa municipal Málaga Deporte y Eventos, mientras que en la Diputación llegó a ser el número dos y mano derecha de Bendodo. En el Unicaja tendrá que aplicar la política de «adaptación» a los nuevos tiempos que ha venido predicando en los últimos meses cuando fue cuestionado por el futuro del club.

Por su parte, Juanma Rodríguez regresa al Unicaja más curtido, tanto en términos de gestión como de optimización de recursos, pues en el Coosur Betis tuvo que construir equipos con un presupuesto muy limitado. Entre sus funciones inmediatas estará la del fichaje de un pívot, pues el base Marco Spissu está apalabrado, y no se descarta que acometa algún cambio más en la plantilla. De entrada, tendrá que empezar a trabajar con Fotis Katsikaris, con el que todavía no ha mantenido contacto alguno.