Carlos Cabezas entra en el selecto grupo de jugadores que alcanzan 500 partidos en ACB
Lo hará en plenitud de condiciones porque está viviendo una segunda juventud en el UCAM Murcia, donde se ha convertido en un jugador imprescindible
Juan Calderón
Domingo, 24 de enero 2016, 08:32
Hace ahora 16 años, un 11 de febrero de 2000, Carlos Cabezas iba camino del instituto cuando le sonó el móvil, un modelo de la ... época. Era Manolo Rubia, entonces delegado del Unicaja. «Vente para el pabellón, que vas a viajar con el equipo a Barcelona». Dos días después, Cabezas debutaba en la Liga ACB con el club malagueño en el Palau Blaugrana. Hoy, en la pista del Iberostar Tenerife, el marbellí entrará en el selecto grupo de jugadores que alcanzan los 500 partidos en la Liga ACB.
Lo hará en plenitud de condiciones porque Cabezas está viviendo una segunda juventud en el UCAM Murcia, donde se ha convertido en un jugador imprescindible y en el que se siente tan querido como lo es en Málaga por la afición del Unicaja. Cabezas atendió la llamada de SUR ayer camino del aeropuerto, justo antes de volar hasta Tenerife, donde su equipo tratará de apurar sus opciones de jugar la Copa del Rey.
«Estoy encantado con todo lo que me ha pasado a lo largo de mi carrera. Es un orgullo poder alcanzar esta cifra de partidos y entrar en un club tan selecto, repleto de grandes jugadores de la historia del baloncesto español. Quinientos partidos son muchos, lo que significa que he tenido una carrera amplia, en la que por suerte me han respetado las lesiones. Espero que todavía me queden algunos partidos más por jugar, porque la verdad es que me siento bien», explicaba desde el autobús de su equipo.
Pudieron ser algunos partidos más, porque Cabezas dejó España para jugar en Rusia tras poner fin a su etapa en el Unicaja. Pasó una temporada y media en el Khimki para volver a la ACB en las filas del CAI, antes de dar el salto al Baskonia, luego al Fuenlabrada y de allí al UCAM Murcia. Su gran físico es la clave de que parezca que por él no pasan los años. En 16 años de carrera al más alto nivel no ha sufrido ni una sola operación, lo cual es casi un milagro. Una amplia trayectoria que todavía tiene mucho recorrido, porque como dice, siente las mismas ganas que cuando comenzó. «Siempre me ha movido una gran pasión por el baloncesto. He tenido la suerte de ser profeta en mi tierra, de ganar títulos con el Unicaja, que es el equipo de mi vida. Allí, como ahora en Murcia, me he sentido querido por la afición y eso es algo fundamental. Luego está la selección, con la que tuve la oportunidad de llegar a lo máximo. Estoy orgulloso y satisfecho de cómo me han ido las cosas».
Elegir algún partido de esos 500, incluso recordarlo, parece complicado, pero Cabezas no lo duda ni un segundo. «Sin duda, el cuarto y quinto encuentro contra el Etosa Alicante en los play-off de 2005, que fueron de una tensión enorme, y tuvimos que remontar un 0-2. Por supuesto, la final contra el TAU, una campaña después. Esas situaciones no se olvidan».
Tampoco tiene dudas a la hora de hacer un quinteto ideal de su trayectoria, un grupo de amigos, rivales y compañeros. «Yo sería el base, (risas) y luego pondría a Juan Carlos Navarro de escolta. En el puesto de alero está claro, Walter Herrmann, que además es un gran amigo. El ala-pívot sería Jorge Garbajosa y el pívot Pau Gasol. No está mal ¿no?». Pues no, un equipo de primerísimo nivel.
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