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Enrique Miranda
Jueves, 15 de octubre 2015, 20:33
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Hay partidos en los que al seguidor del Unicaja le gustaría que no se sentara en el banquillo durante todo el encuentro. Cuando Kuzminskas destapa el tarro de las esencias se convierte en un jugador tan determinante como espectacular para el aficionado al baloncesto. Ante el Brose Baskets alemán, Kuzminskas jugó a su antojo. El alero rubio, con cara de aniñado y buen chaval, se merendó al conjunto visitante. Hasta los aficionados que habían venido de Bamberg terminaron rendidos a la calidad del internacional.
Tuvo un par de jugadas de máximo nivel. Una, robando un balón, recorriendo toda la pista, entrando a canasta y anotando pese a recibir una falta del rival. Segundos después, Kuzminskas estaba poniendo un tapón en defensa. Una acción total. Otra, con Markovic de compañero de juegos. El serbio le puso un balón en lo alto del Carpena y el lituano lo bajó con un mate. Alley-opp de libro.El jugador del Unicaja terminó con 18 puntos, 5 rebotes y 24 de valoración en 21 minutos.
Así es Kuzminskas, un jugador de ensueño que en su tercera temporada en Málaga y tras su gran Eurobasket quiere demostrar todo su potencial. Ojo, termina contrato en verano. Y habrá cola de ojeadores y directores deportivos para intentar ficharle.
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