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El director deportivo del Unicaja, Juanma Rodríguez, desglosó en una entrevista publicada por el propio club un 2024 bañado en éxito y también hizo repaso ... de un proyecto que, como él mismo afirmó en esta pieza, se terminó de consolidar este año que recién ha terminado. «Lo más importante es que este año se consolida un proyecto en el que hemos conseguido tener identidad y alma. Cuando tienes esas dos cosas, consigues muchísimo. Digo identidad porque tenemos un estilo de juego y una participación de muchos jugadores que desde que iniciamos el proyecto, hace dos años y medio, han mostrado muchísimo esfuerzo, compromiso y dedicación. Eso ha sido muy importante en todo este camino. Y alma porque conseguimos transmitir muchas emociones. Ha habido una conexión extraordinaria con la grada y el Carpena, raro es el día que no está casi lleno o lleno», explicó el directivo, que fue más allá: «Son dos aspectos que, si los consigues, te puedes quedar muy satisfecho. Esto no para aquí y tenemos que seguir en esta línea. Tenemos que hacer muchas más cosas bien de las que hemos hecho para seguir teniendo éxito. Es importante no creerse nada y seguir siendo humilde. Eso también es alma».
Aseguró que ahora afrontan el 'Top 16' de la Champions en el grupo más difícil y pidió a la afición que vaya al Carpena a animar porque el equipo es algo que nota y agradece. «Para el equipo, el apoyo en casa ha sido fundamental. Ellos lo comentan mucho. Cuando el pabellón anima sin descanso, a ellos les da un 'plus' más. Cuando venimos como al cine o al teatro, el equipo lo nota y lo pasa mal. Le pido a la gente que ese alma también la ponga y que entienda esto».
Valoró, de forma individual, cada uno de los tres títulos que el equipo ha ganado este 2024, comenzando por la BCL, en Belgrado. «Tuvimos una semifinal y una final contra dos equipos españoles que conocemos bien y a los que habíamos ganado últimamente. Y cuando ganas mucho a un equipo significa que estás más cerca de perder. Nuestro equipo tuvo una mentalidad fantástica. Hubo momentos duros, especialmente en la semifinal, pero demostró ese compromiso, esa fe, el anteponer el 'nosotros' al 'yo'. Había una espina clavada de no haber podido aquí con nuestra gente», introdujo. De la Intercontinental, elogió por encima del resto de aspectos las dificultades a las que el equipo tuvo que reponerse durante la pretemporada: «Fue complicado, por la pretemporada y problemas de lesiones. Todo el mundo decía que era fácil, pero llegas allí después de haber ganado la Champions». Y de la Supercopa, más de lo mismo: «El equipo hizo un esfuerzo tremendo a nivel de preparación mental y física. En otra muestra de que este equipo siempre compite, contra el rival que sea y donde sea, sacamos una semifinal muy dura. Y eso nos ayudó en la final, donde hicimos, por momentos, un baloncesto fantástico. Y superamos al Madrid con mucha claridad».
Para saborear los éxitos de hoy es importante acordarse y no olvidar dónde estuvo el equipo ayer. «Hay que mirar hacia el futuro y no se nos debe olvidar de dónde veníamos, con un pabellón con 2.500 personas y un año 2022 en el que comenzamos sufriendo muchísimo en la Liga ACB y en Europa», aseveró. Una parte importante de su discurso se centró en el entrenador, Ibon Navarro, figura en torno a la cual gira el proyecto y un descubrimiento personal muy importante para él: «Después de comunicarle a Fotis (Katsikaris) que no va a continuar, yo llamo a Ibon, le explico un poco el proyecto, le digo que me gustaría que él estuviese aquí muchos años y que no venía solo para salvar al equipo de una situación comprometida. Evidentemente esas palabras en aquel momento a él le pudieron sorprender un poco, pero es como yo he trabajado siempre. Yo creo que el entrenador es una pieza fundamental».
Ese verano trabajaron conjuntamente para armar el bloque que hoy pasea los colores y el nombre del Unicaja por España y Europa. «Hablaba más con él que con mi mujer», afirmó. Sobre su continuidad, reconoció que le gustaría que se quedará aquí muchos años más: «Nosotros estaríamos encantados de que estuviera aquí muchísimos más años. Yo creo que él también está muy a gusto, pero evidentemente el ganar títulos pone a los entrenadores en el escaparate, en mejores escaparates, pero él valora mucho también de dónde venimos, de dónde él venía, lo que se está consiguiendo aquí y creo que si seguimos en esta línea, tendremos Ibon para rato».
Habló de los cedidos, Saint-Supéry y Nzosa. Del primero, el gran proyecto de futuro del Unicaja, aseguró que «lo tiene todo», por eso piensa que ha de tener cabeza. «Es el momento de seguir trabajando duro en sus debilidades. De no creerse nada. Si hace eso, que estoy convencido de que lo va a hacer, puede ser un jugador muy importante en nuestro club para el futuro. Es un jugador emocional, pero le queda mucho por mejorar y tiene que ser muy humilde». Su gran salto, dice, fue el de empezar a entrenar con el primer equipo.
Por Yannick Nzosa, cedido en el Fuenlabrada, se alegra mucho porque «lo ha pasado mal» por su entorno y las lesiones. Cuando habla con él, dice, vuelve a ver al Nzosa que irrumpió aquí. «Es un buen chico, humilde y trabajador. Yo me alegro que promedie 12 puntos, 8 rebotes y 5,8 tapones en el líder de la LEB Oro. Eso es una barbaridad». Hace poco hubo un cambio en su contrato aceptada por sus agentes y el club, sabedor de su juventud (tiene 21 años) lo sigue de cerca y no descarta que pueda dar el salto al primer equipo. «Tomaremos las decisiones adecuadas, en función de lo que sea mejor, pero estamos muy pendientes porque es una activo del club, cupo y jugador de formación. que no los hay, y más en esa posición».
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