El Barcelona, una prueba deportiva, pero también mental

El Unicaja seguramente está donde quería a nivel de preparación. Este primer mes de competición le ha permitido reforzar conceptos e insistir en ese ritmo vertiginoso de juego que desmonta a sus adversarios. Ese pico de forma, alterado por los últimos problemas físicos, afronta el duelo más exigente que ha tenido hasta el momento en la Liga y en la Champions. El Barcelona aparece como la frontera deportiva, pero también mental para calibrar lo que puede hacer el equipo malagueño.

Hasta ahora el Unicaja ha ganado, o mejor dicho, arrollado, a los cuatro rivales que ha tenido en la ACB y que ocupan las últimas cuatro posiciones en la clasificación: Covirán, Leyma Coruña, Hiopos Lleida y Básquet Girona. Algunos de estos equipos se cruzaron con el Unicaja después de haber hecho buenos partidos, pero no tuvieron opción alguna, tal y como demuestran los datos de la Liga. Su superioridad le ha permitido llegar al descanso en cada uno de esos partidos con un promedio de más de 15 puntos de ventaja (48 a 32,8), por lo que la mayor igualdad de media en el tercer (23 a 21,8) y cuarto periodo (20,3 a 17,3) nunca hizo peligrar sus encarriladas victorias.

Y es que el conjunto verde y morado se ha pasado más del 90% de los minutos disputados con ventaja en el marcador, en un total de 145:19 (de los 160 minutos posibles), a una media de 36 minutos y 20 segundos de superioridad por choque. La cifra contrasta con el tiempo perdiendo en el luminoso, un total de 8:04 (a 2:01 por partido) en el acumulado de los 4 partidos, con 6 minutos y 37 segundos (1:39 de promedio) con el luminoso igualado. Los números son impactantes.

Otra lectura es que el Unicaja todavía no se ha encontrado, al menos en la Liga, con una situación adversa. El partido más complicado que ha tenido fue quizá el choque contra el Oostende en la Champions, en el que tuvo que remontar. El Barcelona, salvo sorpresa, será otra historia y será una prueba mental. Con una plantilla repleta de jugadores experimentados que sabe competir y con una identidad de equipo más reconocible.

Ganar a los azulgrana consolidaría al cuadro cajista como el rival a batir y también sería un primer paso en esa larga carrera que es la fase regular de la Liga Endesa y que ya dominó la pasada temporada con un final brillante. La del domingo es una prueba deportiva, pero también mental.