Borrar
Patricia Moreno, en su primer día en su agencia de viajes, tras decretarse el estado de alarma.
«Llevo toda la mañana tramitando cancelaciones de viajes»

«Llevo toda la mañana tramitando cancelaciones de viajes»

La apertura de las agencias en la fase 2 confirma una lucha por la subsistencia en este sector

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Lunes, 1 de junio 2020, 16:32

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Desde hace nueve años, Patricia Moreno está al frente de Orellana Viajes, una agencia ubicada en un local en el Camino de la Térmica. Este lunes ha sido el primer día que ha vuelto a abrir desde que se decretara el estado de alarma, coincidiendo con el pase de la provincia a la fase 2 de la llamada desescalada. Aunque aún no lo parezca, desde hoy también comienza para ella una lucha por la subsistencia de su negocio: «Abrimos en mitad de la última crisis y pensamos que no podía ir a peor, pero sí». En estos años, Patricia ha contribuido a que muchas familias puedan disfrutar de sus vacaciones soñadas, pero el primer día de vuelta a la actividad, tras la irrupción del coronavirus, ha sido un duro baño de realidad. No sólo por la mampara de seguridad que luce ahora su mesa. «Llevo toda la mañana tramitando cancelaciones», señala Patricia con cierta preocupación. La poca gente que ha venido ha sido para anular algún viaje que tenía previsto: «Era lo esperado».

Patricia reconoce que la situación es crítica. Si esta tendencia se mantiene en los próximos meses, supondría el fin para su agencia y para muchas que comparten el mismo destino que ella. «Para los viajes del Imsero también se tienen que tramitar las cancelaciones», señala que la nueva realidad supone para ella una «nueva burcocracia» que le roba mucho tiempo. «Al menos, los viajes del Imserso no nos supone que tengamos que devolver dinero nosotros», explica.

No ocurre lo mismo con otros paquetes de viajes, como unas vacaciones cerradas o un crucero, por ejemplo: «La gente quiere que se le devuelva su dinero cuanto antes y yo lo entiendo». Que las líneas aéreas propongan bonos para el 2021 para mitigar el daño en las cuentas del sector es una solución, subraya Patricia, que no convence a casi nadie.

Si las agencias tienen que devolver el dinero cobrado a sus clientes y las líneas aéreas tardan, a su vez, en devolver el importe de las cancelaciones, las cuentas de estos negocios se llevan al límite. Con la actual incertidumbre sobre la evolución de la pandemia y las restricciones para viajar, muchos optarán por prescindir este año de unas vacaciones en el extranjero. La mayoría de agencias no tiene la liquidez para sobrevivir durante muchos meses sin ingresos: «Si esto no cambia, muchos tendrán que cerrar».

Dentro del mundo de los viajes, los cruceros están dando el mayor dolor de cabeza. Nadie sabe cuándo se va a poder reanundar esta forma de viajar y si, cuando sea seguro, siga habiendo demanda. Varios cruceros se han revelado como focos de contagio al inicio de la crisis sanitaria por el coronavirus. «Las navieras no dejan de llamarnos para cancelar cruceros», detalla Patricia.

La esperanza está puesta en el tráfico aéreo y en que la evolución de la pandemia sea positiva, y permita levantar así las restricciones para entrar a otros países. Las cuarentenas obligatorias, se espera, podrían tener su fin para el mes de julio. No obstante, la situación es muy difícil para las agencias de viajes, donde el coronavirus ha impactado de lleno, causando mucho desasosiego en sus profesionales. «Que el negocio te vaya mal por errores propios, vale. Pero que sea por una cosa así, es muy duro», resume Patricia.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios