¿Por qué no tira el bono turístico andaluz?
Análisis ·
Agencias de viajes y hoteleros coinciden en que sigue sin adaptarse a la demanda, que elige mayoritariamente media pensión mientras esta iniciativa es sólo con desayunoEl bono turístico surgió como medida estrella para incentivar los viajes de los residentes en Andalucía por la Comunidad, pero su diseño inicial ... ya tuvo que ser modificado por su escasa incidencia al no ajustarse a la demanda. Ahora, de nuevo, en plena temporada alta en la que debía ser un gran revulsivo, sigue sin cuajar. La iniciativa nació con el reto de impulsar la reactivación en las agencias de viajes, donde es necesario hacer la reserva, en los hoteles, primero con estancias mínimas de tres noches y luego corregidas a dos para encajar en el perfil del viajero andaluz de hacer escapadas con esta duración por la región, y en la restauración, para lo que se condicionó que para beneficiarse este sector el bono sólo se puede contratar en el hotel el desayuno. Y ahí surge el problema. El producto más demandado en los establecimientos hoteleros es la media pensión, de ahí que sean muchos los que al hacer cuentas no les cuadra la bonificación a recibir con el gasto que tendrían que realizar comiendo o cenando fuera del hotel. Así lo explican desde las agencias de viajes y desde establecimientos hoteleros, afirmando con rotundidad que «al final por contentar a todos los sectores no contenta a nadie. Ni las empresas se beneficia ni el consumidor porque no acaba de tirar». Apuntan a que se trata de una iniciativa con una alta dotación presupuestaria, hasta nueve millones de euros, y que debía haberse diseñado más ajustada a la situación del mercado y no tanto en base a proteger intereses de los distintos sectores porque arrancada ya la temporada alta son los propios profesionales de esos negocios a los que se pretendía impulsar los que insisten en que el proyecto ni despegó al principio, también impactado por las restricciones de movilidad, ni lo hace en pleno verano y eso que ya ha sufrido una notable modificación sobre su diseño original.
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Sin embargo, desde la vicepresidencia de la Junta y consejería de Turismo, que encabeza Juan Marín, consideran que sí comienza a calar el bono turístico y que es un proyecto que «ha venido para quedarse». Los últimos datos aportados por la Junta de Andalucía señalan que hay más demanda, si bien los profesionales de esta industria aseguran que las peticiones de bonos «son muy minoritarias y eso que estamos en los meses de mayor movimiento de viajes y teniendo en cuenta que los andaluces son los principales clientes nacionales de Andalucía». Sin embargo, Marín aportó días atrás los datos de que la demanda del bono ha crecido al pasar de 70 bonos semanales, expresando su confianza de que su impacto se haga notar en el otoño para contrarrestar la estacionalidad. «El bono turístico ha crecido de forma infinita por cuanto ha pasado de una media de 70 bonos semanales hasta finales de marzo y principios a abril a los 800 actuales», dijo Marín para exponer los beneficios de esta iniciativa, para la que el sector turístico reclama una mayor flexibilidad para que cumpla con su objetivo de incentivar los viajes de los andaluces.
Otra muestra de que este proyecto no despega son los datos del Portal de Transparencia que publicaba Europa Press de que la Consejería de Turismo había ejecutado hasta mayo de este año el 0,9% del presupuesto de cinco millones que había previsto para el bono turístico al haber gastado 45.092,79 euros de la cantidad total reservada para este incentivo de gasto en estancias en hoteles de la Comunidad, mientras que el total de solicitudes financiadas han sido 365. Según esta fuente, Málaga se situaba a la cabeza de la demanda, con 117 solicitudes, y, por tanto, la de mayor gasto con 14.707,48 euros, lo que supone que ha representado un tercio del gasto total y de las solicitudes financiadas. Y eso que con el bono turístico la Junta abona desde el 25% del importe del servicio de alojamiento y el desayuno, hasta un máximo de 200 euros. Los beneficiarios son todos los empadronados en un municipio andaluz o que tengan la tarjeta de andaluz en el exterior, que viajen fuera de su lugar de residencia. Para acogerse a esta medida deben presentar la solicitud, junto a las facturas del establecimiento que tenga el distintivo 'Andalucía Segura' o de las agencias. Tras la comprobación, la Junta abona desde ese 25% hasta el 50% para quienes no hayan tenido la obligación de declarar en los ejercicios fiscales de 2019 o 2020 o tengan reconocido un grado de discapacidad igual o superior al 33%.
Tras la revisión de esta iniciativa para reducir de tres a dos noches las estancias mínimas, también se incluyó que se abonará un 50% de la factura, con un máximo de 500 euros, para estancias de cuatro o más noches en establecimientos de alojamiento turístico reservadas exclusivamente a través de agencias de viajes por mayores de 65 años y menores de 25 años. Hasta en tres ocasiones al año se puede solicitar este bono turístico. Un producto al que los profesionales apuntan que sólo le falta ser más flexible con las necesidades de la demanda.
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