La OMT sienta en Málaga las bases del turismo sostenible

El concejal de Turismo del Ayuntamiento de Málaga, Julio Andrade, fue el encargado dar la primera bienvenida a los asistentes al acto, entre los que destacaban el ministro de Cultura y Turismo de Azerbaiyán, Abulfaz Garayev, y el ministro de Turismo de Egipto, Yehia Rasheed. Ambos estaban sentados en la mesa principal junto al alcalde de Málaga, Francisco de la Torre; el presidente de la Diputación, Elías Bendodo; la secretaria de Estado de Turismo, Isabel Borrego; el consejero de Turismo y Deporte de la Junta de Andalucía, Francisco Javier Fernández; y el secretario general de la OMT, Taleb Rifai. Este último, en su breve discurso, invitó a los participantes al Consejo Ejecutivo a ser «buenos turistas» y a descubrir una ciudad de la que confesó estar enamorado desde que fue invitado por el alcalde a ver la Semana Santa.

Precisamente fue De la Torre el que, en inglés, hizo más hincapié en la necesidad de centrar el debate de estos días en el turismo sostenible. «Este Consejo Ejecutivo tiene una relevancia especial para Málaga por la celebración en 2017 del Año Internacional del Turismo Sostenible. Aquí se tienen que sentar las bases de esta industria, que es la industria de la paz y el desarrollo», declaró el alcalde. Según De la Torre, Málaga, como destino urbano que más crece en España, es el lugar más adecuado para dialogar sobre el futuro de un sector clave para la economía local. «Ya no podemos quedarnos en la correcta recepción del turista, hay que ofrecer experiencias y hacer partícipe a toda la ciudadanía, pues todos vivimos del turismo directa o indirectamente», explicó.

Por su parte, Elías Bendodo se comprometió a tomar buena nota de las directrices del Consejo Ejecutivo de la OMT y a ponerlas en práctica. «La celebración de este consejo pone de manifiesto la apuesta del Gobierno español por Málaga y por la Costa del Sol en materia de turismo», apuntó el presidente de la Diputación, que se mostró satisfecho porque estos días la ciudad se convierta en un foro de debate sobre los desafíos de la industria y en el lugar donde se definen las estrategias de futuro. Para Bendodo, Málaga es un ejemplo de unión entre las administraciones y la sociedad civil para llevar a cabo «una revolución turística», además de un destino de lujo. «La ciudad cuenta con todos los ingredientes de la receta que busca el turista», sentenció.

La intervención de Francisco Javier Fernández coincidió en varios puntos con la del alcalde de Málaga, especialmente en su afán por destacar la importancia del turismo sostenible no solo en el aspecto medioambiental, sino también en lo social y lo económico. El consejero de la Junta de Andalucía tiró de números para dejar clara la contribución del sector a las arcas de la Comunidad autónoma, que el año pasado generó 17.000 millones y empleó a 357.000 personas. También manejó cifras en su intervención Isabel Borrego, para la que Málaga es sinónimo de «emprendimiento e innovación en el sector turístico». Un sector que acapara el 13 % de los empleos en España y que debe convertirse, según la secretaria de Estado, en una plataforma para la integración entre países tan diferentes como los allí presentes.