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ABIS, el gran hermano biométrico global de Estados Unidos

ABIS, el gran hermano biométrico global de Estados Unidos

SEGURIDAD ·

El sistema arrancó con las guerras de Irak y Afganistán y guarda millones de datos de aliados y enemigos del país norteamericano

José Antonio González

Martes, 12 de noviembre 2019, 07:31

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Una inversión de más de 345 millones de dólares y 7,4 millones de entradas en una base de datos. Así se prepara Estados Unidos para conocer y reconocer a sus enemigos y también amigos.

«Anular el anonimato de nuestros adversarios nos permite optimizar nuestra letalidad. Es como rasgar la red de camuflaje del depósito de municiones del enemigo», asegura Glenn Krizay, director de la Agencia de Defensa Forense y Biometría (DFBA).

Además de su cargo en la DFBA, Krizay también es el responsable de ABIS, Sistema Biométrico de Información Automatizada. Este sistema comenzó a recopilar imágenes de rostros, iris, huellas dactilares e información genética desde las ofensivas militares de Irak y Afganistán.

Con una pequeña inversión de cinco millones de dólares, ABIS arrancó en 2009 a pleno rendimiento pero «con importantes problemas», revela OneZero.

El Inspector General del Departamento de Defensa informó que el sistema biométrico solo le permitió recuperar con éxito cinco coincidencias positivas de 150 búsquedas biométricas.

«Todavía tendremos que revelar redes de agentes adversarios, identificar y rastrear fuerzas proxy, proteger nuestras áreas traseras y líneas de comunicación, dar cuenta de los prisioneros de guerra enemigos e identificar individuos de alto valor», apunta Krizay.

Desde 2016, la base de datos estadounidense está conectada con la red del FBI que expande sus nodos a la de policías estatales y locales. Además, estas también están interconectadas con la de la NSA.

«En una guerra sin fronteras, uniformes o líneas definidas de batalla, saber quién es un enemigo resulta fundamental», aseguraba John D. Woodward, jefe del departamento de biometría del Departamento de Defensa de Estados Unidos.

Así ha construido y sigue construyendo desde hace más de una década una red de datos biométricos de personas que han estado en contacto con los efectivos militares destacados en el extranjero, ya sean soldados aliados o sospechosos de terrorismo.

Una investigación que ha resultado de apoyo al ejército norteamericano, ya que, según un informe de la Oficina de Responsabilidad del Gobierno de Estados Unidos, su Departamento de Defensa ha detenido o matado a más de 1.700 personas en todo el mundo entre 2008 y 2017 gracias a indicios biométricos.

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