Tres detenidos en Málaga y Almería tras caer un grupo criminal que hacía envíos de droga

Así, el pasado día 12 de diciembre, los investigadores llevaron a cabo dos entradas y registros en las localidades de Roquetas de Mar y Almería, donde se intervinieron 5.000 euros en metálico, comprobantes de envíos de dinero en el extranjero, un chaleco antibalas, dispositivos de seguimiento electrónico para balizar cargamentos de droga, teléfonos móviles y otros indicios que relacionaban los detenidos con la preparación y ejecución del transporte de droga interceptado.

De igual modo, el día 27 de diciembre los investigadores detuvieron en Vielha a otro investigado, un hombre de 46 años, presuntamente relacionado con el envío de droga.

Según han indicado desde la Policía Nacional en un comunicado, el 11 de septiembre de 2022, los Mossos localizaron un vehículo cargado con 41 kilogramos de marihuana y 29 de hachís, que estaba estacionado en el aparcamiento del Paradero de Vielha. Los investigados lo habían dejado siguiendo la ruta desde Andalucía hasta el destino final de la droga, países del norte de Europa.

En el marco de la actuación policial, agentes de la Unidad de Investigación de la Valle de Arán y el Alta Ribagorça detuvieron a una mujer de 35 años que acudió al lugar para llevarse el vehículo estacionado.

En este punto se inició una investigación con el objetivo de identificar el resto de personas responsables de este transporte. Tras las primeras gestiones, y dado que los investigados residían fuera de Cataluña, se estableció un Equipo Conjunto de Investigación entre los Mossos d'Esquadra y la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) de la Policía Nacional de Torremolinos-Benalmádena.

El trabajo conjunto de los dos cuerpos policiales permitió identificar a las personas investigadas y localizar los domicilios en las localidades de Roquetas de Mar y Almería.

Los investigadores trabajaron con la hipótesis de que los investigados cargaban vehículos con hachís y marihuana con los que se desplazaban con destino a países del norte de Europa para vender la droga.

El rol de los detenidos era básicamente logístico. Al parecer, se encargaban tanto de la gestión del transporte del cargamento de droga, como de la misma materialización, ya fuera conduciendo el coche que llevaba la droga, o haciendo tareas de contravigilancia para esquivar controles policiales, o el asalto por parte otras organizaciones criminales.