Temor por el aumento de robos exprés en restaurantes: «Es un asunto preocupante»

La mecánica de los robos siempre suele ser la misma: uno o varios encapuchados acceden al local de noche, mientras está cerrado, y se llevan a la carrera la poca recaudación que se queda por las noches en el interior de los locales. Son actuaciones muy rápidas que apenas duran minutos; tanto que cuando se persona la policía o los agentes de las empresas de seguridad ya no queda nadie en el local.

El último caso conocido ocurrió el pasado miércoles en el restaurante Verum, en Cerrado de Calderón, aunque esta oleada de robos no se circunscribe a una zona concreta de la ciudad. Los últimos de los que se han tenido noticias han sucedido en la zona Este (en la urbanización Cerrado de Calderón), en el entorno de Huelin y en la zona Centro. De hecho, esta misma semana la Policía Nacional ha desarticulado a un grupo que actuaba fundamentalmente en la zona Norte de Málaga.

Además del referido Verum, los asaltantes también han actuado en otros restaurantes de cierto renombre en la ciudad como C&C, Kraken o Florida Huelin. «No se llevan mucho dinero porque la recaudación se retira todos los días y en la caja queda lo mínimo; lo peor de todo es el destrozo que hacen», lamentan los implicados.

Como se ha comentado, este tipo de robos exprés siguen siempre el mismo patrón: los asaltantes rompen el cristal de la entrada con algún objeto contundente; entran el negocio cubiertos con un casco o pasamontañas y se van directos hacia la caja, que arrancan para llevarse lo que hay dentro. Por lo general utilizan guantes para evitar dejar huellas y se van directos a por el dinero, sin prestar atención a otros objetos de valor que pueda haber en los restaurantes porque son más complicados de transportar (salvo que se encuentren a su paso con las tablets que se utilizan como comanderos).

Sobre este asunto, los propios implicados explican que los robos son de poca cuantía, ya que ningún empresario deja la recaudación del día en el restaurante. En las cajas –dicen– sólo se queda algo de calderilla para el cambio. «Los ladrones tendrían que saber esto y nos evitaríamos todos los robos».

Desde la asociación de hosteleros de Málaga (Mahos) consideran que este es «un asunto preocupante» y por ello reclaman mayor vigilancia policial por toda la ciudad. «Málaga es una ciudad segura, pero estos sucesos hay que atajarlos cuanto antes», asegura el presidente del colectivo, Javier Frutos.

El máximo responsable del colectivo tiene constancia de que «en los últimos meses se han detectado varios casos en diferentes zonas de la ciudad y normalmente con la misma técnica» y reclama un mayor esfuerzo policial. «Es una realidad de la que hay que ocuparse desde el punto de vista de la vigilancia policial y por la seguridad de los propios trabajadores, así como por el evidente daño económico que genera a las empresas». A pesar de todo, insiste en que se trata de «casos aislados» y espera que no vayan a más.

En el Centro, además, los empresarios alertan del aumento que se ha producido en otro tipo de delitos como son los hurtos al descuido. Diferentes hosteleros consultados advierten sobre el aumento de personas que se dedican a dar vueltas alrededor de los restaurantes «para ver qué pueden cazar». Explican que son personas que tratan de acceder al interior de los restaurantes e incluso a las zonas reservadas para los trabajadores para llevarse las cosas que encuentren, como bolsos o móviles. «Hay que tener mucho cuidado porque como se encuentren una puerta abierta se cuelan».

En estos casos, detallan, no suelen ser grupos organizados sino más bien indigentes o personas de paso que aprovechan los momentos de mayor actividad para realizar sus asaltos. «En algunos casos incluso las puedes confundir por clientes; el otro día cogimos a una cuando salía del local con un bolso que no era suyo y nos dijo que se lo había encontrado», explican en un intento de que todo el sector esté alerta.

Con este mensaje también tratan de prevenir a los clientes, fundamentalmente los que se sientan en las terrazas. «Deben estar atentos a sus pertenencias y tener cuidado con no dejar los móviles o los bolsos sobre la mesa para evitar incidentes, ya que también se pueden pasear entre las mesas». Sin ánimo de crear una alarma innecesaria, aseguran que «más vale prevenir a sufrir un robo que nadie desea».