Salvador González: «Las vacaciones ayudan a bajar el biorritmo tan acelerado que tenemos en el año»
El decano del Colegio de Abogados de Málaga hace balance de los primeros meses al frente de la institución
Con un grandísimo respaldo de la abogacía malagueña, Salvador González se convirtió en el pasado mes de octubre en el máximo representante de los letrados malagueños ... . Llega el final de curso judicial, el primero con él como decano. Toca hacer balance de los primeros meses al frente de la institución y coger fuerzas para la nueva temporada, en la que espera un aumento en la planta judicial, un aspecto en el que Málaga es «la eterna olvidada».
–¿Qué balance hace de estos primeros meses al frente del colegio?
–En lo personal, han sido muy exigentes, ya que tienes que adaptarte a nuevas personas y equipos, e intentar recibir lo que ellos saben del colegio para, a partir de ahí, construir la propuesta que ofrecemos a los abogados de Málaga. Por otro lado, hemos hecho cosas importantes, como el adelanto en el pago en el turno de oficio o el 16º Congreso Jurídico de la Abogacía. También hay una clara apuesta por la implementación de nuevas tecnologías al servicio de los letrados, en la que se está trabajando en una nueva página web para el Colegio. Nos hace mucha ilusión la oficina creada para impulsar el desarrollo profesional de los abogados y otra que se va a poner en marcha para la defensa de la abogacía, tanto por cuestiones de salud como en sus relaciones con otros operadores jurídicos.
–A diferencia del año pasado, los juzgados vuelven a cerrar en agosto. ¿También el despacho del decano?
–Salvo para cuestiones urgentes como algunas laborales y penales, este año tendremos descanso los abogados. Llevamos un año y medio muy difícil con la pandemia y adaptándonos a los desafíos que ésta nos depara. Ahora a los letrados les toca descansar algunos días y espero que a mí también.
–Es necesario tomar aire, aunque eso de que la justicia para en agosto es más un mito...
–Podríamos decir que la justicia va a medio gas. Pero el abogado finalmente está al servicio del cliente y es raro que no tenga nada que atender a lo largo del mes de agosto. Los letrados tenemos el reto de conciliar el tiempo de trabajo y el de descanso, la desconexión digital es una reivindicación de la profesión que viene de largo. Tenemos que hacer un ejercicio de solidaridad para que así la abogacía pueda descansar. El beneficio no solo será para el colectivo, ya que los clientes también contarán así con un profesional más relajado y sostenible. Sin descanso, sin tiempo de ocio o para la familia, se resta calidad al tiempo que se dedica al trabajo. Un abogado que trabaja las 24 horas de los siete días de la semana no está en disposición de ofrecer el mejor servicio. Es un beneficio mutuo, para el letrado y para su cliente, que obtendrá una mejor respuesta.
–¿Hay mucho trabajo a la vuelta, las vacaciones aumentan los asuntos como por ejemplo los divorcios?
–Depende de cómo le haya ido a la clientela. Los periodos de mayor convivencia, como las vacaciones, atacan a todos los conflictos, lo que también se puede notar en los temas conyugales. La vuelta al trabajo en septiembre es exigente, hay que ponerse a trabajar al mismo ritmo de julio y eso complicado para un abogado y para cualquiera.
–Dejemos a un lado la vuelta, ¿qué consejos daría a sus compañeros y a los ciudadanos para disfrutar del verano?
–Es el momento de aprovechar para caminar, para compartir con la familia, a la que no siempre le dedicamos el tiempo que se merece, ver esa serie o practicar deporte. Las vacaciones siempre son necesarias y ayudan a bajar el biorritmo tan acelerado que tenemos a lo largo del año. No es necesario ir siempre a mil y atender cuatro cosas a la vez, sino que el descanso nos va a oxigenar para que los pasos que demos a partir de septiembre sean más largos y firmes.
–¿Qué es lo último que ha leído aparte de algún auto o sentencia?
–'Feria' de Ana Iris Simón, que me ha parecido muy interesante. Tengo pendientes un par de novelas, una de un amigo y abogado muy relacionado con Málaga, Antonio V. Albanés. 'Paisaje de Sombras' es una primera novela basada en el ejercicio de la abogacía. La segunda es 'El Infinito en un Junco', de Irene Vallejo. Ambas ya las tengo casi en la maleta para disfrutarlas en los días de verano.
–¿Leerá en la playa o en la montaña?
–En verano siempre he sido de playa, me encanta. También es verdad que me he aficionado a la bici de montaña y es un lujo darte un paseo por los montes que tenemos en Málaga y disfrutar de nuestro bosque mediterráneo. Uno de los privilegios que tenemos en Málaga es que no hay que elegir entre playa o montaña, ya que están muy cerca y se puede hacer las dos cosas. También me quiero escapar a Galicia, la tierra de mi mujer. En el mes de agosto te ofrece un clima muy agradable para los que vamos desde el sur, que permite el deporte y disfrutar de los días de descanso.
–¿Algún deseo para el próximo curso judicial?
–Para un abogado, la vuelta al trabajo en Málaga es muy ilusionante, ya que es una ciudad y un territorio muy importante que no deja de crecer. Pero sí es cierto que me gustaría que esa vuelta al curso judicial fuera acompañada de que, de una vez por todas, se atendieran las reivindicaciones de los letrados en el turno de oficio y que se aumentara la planta judicial en Málaga, entre otros aspectos. Me gustaría que Málaga dejara de ser la eterna olvidada en dotación de órganos judiciales, algo que supone un freno para la economía malagueña. La falta de planta judicial es un problema grave para Málaga, en el que es necesario un cambio radical.
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