Rebajan cinco años la pena a un condenado por agresión sexual a una vecina menor en Álora

Según la resolución, a la que SUR ha tenido acceso, los magistrados del Alto Tribunal andaluz han estimado parte del recurso de la defensa tras llegar a la conclusión de que los hechos se produjeron sin intimidación y que fueron constitutivos de un único delito continuado de agresión sexual.

Así, modifica el fallo dictado anteriormente por la Audiencia Provincial de Málaga, que calificó lo sucedido de dos delitos de abuso sexual y un tercero de agresión sexual. Así, la pena inicial se ha visto rebajada en cinco años, tras pasar de 14 a nueve de cárcel.

Los hechos probados, de acuerdo con la sentencia, ocurrieron cuando la menor tenía entre 14 y 15 años. El primer episodio sucedió en febrero de 2020, cuando la niña fue a comprar a un quiosco cercano a la casa del acusado, con quien guardaba buena relación al ser familia lejana.

Ambos se cruzaron en un callejón, donde le tocó en varias partes del cuerpo por encima de su ropa. A los dos meses volvió a encontrarse con él en el mismo sitio con el hombre, que abusó nuevamente de ella. La víctima, impactada, temía contárselo a su familia.

Aunque la niña hacía lo posible por evitar toparse con él, en noviembre del mismo año coincidió con el encausado en ese mismo callejón. En esta ocasión, el procesado iba acompañado de su mujer y de un hijo. Al ver a la adolescente, empezó a andar cada vez más lento mientras su familia seguía caminando, quedándo él por detrás.

La niña, al darse cuenta de la situación, entró en pánico. Siempre según recoge la sentencia, el hombre se paró en seco cuando quedó a la altura de ella y, sin mediar palabra, agredió sexualmente a la menor mientras ella temblaba de miedo.

La víctima, meses después, consiguió contarle lo sucedido a su madre. A consecuencia de estos hechos sufrió un trastorno de estrés postraumático agudo que precisó seguimiento por parte de la Unidad de Salud Mental y que le provocó una afectación importante de su ingesta alimentaria.

Además de la pérdida de peso, la menor necesitó un tratamiento farmacológico con ansiolíticos y antidepresivos, y requirió unos 90 días para estabilizarse, de los que 60 fueron impeditivos.

Tras revisar el TSJA la sentencia, el hombre ha sido condenado a nueve años y un día de cárcel y no podrá comunicarse ni acercarse a la perjudicada durante doce años. De igual manera, ha sido inhabilitado para ejercer cualquier oficio, actividad o profesión con menores, sean o no retribuidas, por 15 años.

Los magistrados han mantenido la medida de libertad vigilada por un plazo de siete años y también la indemnización a la víctima, de 10.000 euros por los daños morales ocasionados.