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Un momento de la pelea en Casabermeja. SUR

Una multitudinaria reyerta deja dos heridos de diversa consideración en Casabermeja

La Guardia Civil tuvo que desplegarse en la localidad para frenar la alteración del orden público

Miércoles, 23 de septiembre 2020, 09:08

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Una pelea multitudinaria dejó ayer en Casabermeja un balance de dos heridos de diversa consideración, daños en un establecimiento hostelero e imágenes violentas tras el enfrentamiento de varias personas en las calles del pueblo. De momento no se han producido detenciones, pero los participantes en la agresión están identificados: un grupo de okupas conocidos en la localidad, en la que se instalaron hace varios años, fueron los causantes de la riña, según indica el propio alcalde, José María García (PSOE).

El primer aviso al 112 llegó a las ocho menos cuarto de la tarde, y desde ese momento las llamadas se sucedieron en cadena –se registraron más de media decena–. Todos los alertantes hablaban inicialmente de unos cuatro o cinco implicados en una pelea, pero urgían a los servicios de emergencias a acudir a la zona lo antes posible, ya que a cada minuto que pasaba se iban sumando nuevos participantes a la pugna, según informan a SUR desde el propio 112. Los dos heridos fueron atendidos por la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias.

El alcalde explica que varios miembros del grupo de okupas que habían participado la semana anterior en una agresión se habían sentado en un bar cercano a la entrada del pueblo. Allí, unos vecinos les recriminaron por lo que habían hecho días atrás, tras lo que los dos indivíduos se marcharon hacia sus residencias, de donde regresaron acompañados de tres hombres más y unas seis o siete mujeres. «Uno de ellos dio un botellazo a uno de los vecinos en la cabeza, por la espalda», apunta el regidor, que estaba en la zona cuando se produjo el enfrentamiento y presenció la agresión en primera persona.

«Los vecinos se defendieron como pudieron, pero se ve en las imágenes, que los okupas comenzaron a atacar de forma violenta, tirando sillas, mesas, ceniceros y botellas». Al parecer, uno de los dos atacantes había sido visto horas antes de la agresión caminando por la calle con un palo y un cuchillo.

Fuentes oficiales de la Guardia Civil indican a SUR que están investigando los hechos después de haber frenado la alteración del orden público que supuso la pelea. Actualmente no se han producido detenciones, pero los agentes continúan llevando a cabo diferentes pesquisas, por lo que no se descarta que se produzcan arrestos a lo largo del día de hoy.

Un total de cinco vehículos de refuerzo de la Guardia Civil se presentaron en la localidad tan solo 10 minutos después de que se reportase la agresión. Los agresores se habían marchado a la zona en la que residen de forma irregular, y allí acudió la Guardia Civil –varios vecinos grabaron a los agentes buscando actividad sospechosa en la calle–. «Esa zona está muy cerca de la autovía y tuvieron margen para irse del pueblo», explica el alcalde. La Benemérita estableció un dispositivo de control de accesos y salidas en la entrada del pueblo y de vigilancia en la zona.

En torno a la una de la madrugada, una patrulla localizó a uno de los implicados en el enfrentamiento –el que había sido visto caminando con un arma blanca–, que indicó a los agentes que había actuado en defensa propia. Los guardias civiles le dijeron que tenía que acudir hoy a declarar y que si no lo hacía procederían a su detención.

«Los vecinos están cansados»

«Hay testigos de sobra», sostiene el alcalde, que explica que el pueblo lleva «mucho tiempo sufriendo» los problemas de convivencia que han traído consigo los miembros de este grupo de okupas. «No es la primera vez que pasa algo así, los vecinos están cansados», matiza además García, que considera que no se puede ser «tan permisivo» con quien usurpa una propiedad privada e impide que el resto de los residentes viva «con tranquilidad».

El regidor y otras personas grabaron diferentes momentos y perspectivas de la agresión, documentos que serán aportados a la Guardia Civil para facilitar la investigación. El dispositivo de vigilancia se mantuvo activo hasta bien entrada la madrugada, ya que, como indica el alcalde, los ánimos estaban «muy caldeados».

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