A juicio por apuñalar en el tórax a otro hombre, que se salvó por la rápida actuación médica

La ingesta de bebidas alcohólicas y el consumo de estupefacientes en una casa de Vélez-Málaga fue el preludio de una brutal agresión por la que dos hombres tendrán que sentarse en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Málaga.

Uno de ellos, de acuerdo con la Fiscalía, apuñaló presuntamente al otro hasta en cuatro ocasiones en el tórax y el abdomen, causándole perforaciones de tal gravedad que le podrían haber ocasionado la muerte de no haber sido intervenido rápidamente de urgencias.

Así lo expone el Ministerio Público en su escrito de acusación, al que SUR ha tenido acceso. Para este procesado, solicita una pena de ocho años de prisión como supuesto autor de un delito de homicidio en grado de tentativa, además de 10 años de alejamiento y una indemnización de 24.303 euros por las lesiones y secuelas causadas.

Por otro lado, para la víctima de las cuchilladas pide 20 meses de cárcel por un delito de lesiones, así como cinco años de prohibición de aproximación a menos de 500 metros. También insta a que indemnice al otro investigado en la cantidad de 2.826 euros por las heridas y secuelas.

Los hechos sucedieron sobre las cinco de la madrugada del 3 de septiembre de 2020 en la vivienda del sospechoso de la tentativa de homicidio. Por motivos que se desconocen, apunta el fiscal, se inició una discusión en la que, «con recíproco ánimo de menoscabar la integridad física del contrario», se golpearon mutuamente.

En un momento dado, el que vivía en la casa fue a la cocina y agarró un cuchillo de 16 centímetros de hoja, con el que supuestamente asestó cuatro cuchilladas en el tórax y en el abdomen al otro encausado «con evidente ánimo de acabar con su vida».

Estas heridas, incide la acusación, «podrían haber ocasionado la muerte» del hombre «de no haber sido trasladado rápidamente a un centro hospitalario», donde fue intervenido quirúrgicamente de urgencias. Precisamente, señala la Fiscalía, su vida estuvo en peligro porque perdió una abundante cantidad de sangre, concretamente 1,5 litros, lo que pudo derivar en un shock hipovolémico.

La gravedad del ataque fue tal, se detalla en el escrito, que provocó que parte del intestino de la víctima «se eviscerase y emigrase al exterior». De hecho, necesitó 60 días impeditivos para su curación, quedándole, entre las secuelas, una cicatriz quirúrgica de 25 centímetros en la línea abdominal y otra de 4,5 centímetros en el costado derecho y el abdomen izquierdo, donde recibió 15 puntos.

El supuesto homicida en grado de tentativa, por otro lado, sufrió una herida contusa en la comisura oral de 1,5 centímetros, así como erosión a nivel de escápula izquierda y erosiones lineales en la región anterior del abdomen de unos 10-15 centímetros. Para su sanidad requirió tratamiento quirúrgico y necesitó 12 días impeditivos.

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