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Miércoles, 26 de enero 2022, 00:18
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«Se confunden de persona, yo a esa hora estaba paseando a los perros de mi vecina». Así lo aseguraba nada más comenzar su declaración judicial el hombre acusado de intentar secuestrar a una menor de cuatro años, quien se enfrenta a una posible condena de tres años de prisión como supuesto autor de un delito de detención ilegal. Estos hechos, que fueron denunciados el 20 de abril de 2019, se enjuiciaron en la mañana de este martes en la sala de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial.
La madre estaba sacando dinero en el cajero de un banco cuando, en un momento de despiste, un individuo agarró a la pequeña de la mano y se marchó caminando con ella. Así lo pudieron captar las cámaras de seguridad de la entidad bancaria, cuyas imágenes fueron visualizadas por el tribunal. Sin embargo, varios testigos situaron al encausado a casi dos kilómetros del lugar en el momento que esto ocurría, según manifestaron en la sala.
En el escrito de acusación de la Fiscalía se expone que la tentativa de secuestro se produjo en torno a las 21.50 horas, en la zona del Paseo de los Tilos. No obstante, de acuerdo con la versión del encausado, a esa hora él se encontraba cerca de su vivienda, próxima a la calle Héroe de Sostoa, paseando los perros de una vecina impedida a la que cuida desde hace años. El mismo apuntó también que en las inmediaciones de su bloque se encontró con el presidente de su comunidad, quien bajó a tirar la basura, con quien mantuvo una conversación que duró unos minutos.
Este último punto fue confirmado por su vecino, quien prestó declaración en calidad de testigo. Según continuó exponiendo el acusado, después regresó a su domicilio, lo que acreditó posteriormente su pareja. Quiso poner de relieve, además, que pese a que hasta el año pasado -cuando se jubiló- trabajaba en el comedor de un colegio, nunca había tenido problema alguno por su conducta con los menores.
Minutos antes de que la vista diera comienzo, la madre de la víctima, visiblemente nerviosa, pedía al personal de la sala que la condujera a otra zona para no coincidir con el procesado en el pasillo. «Es que lo veo y me pongo mala de la ansiedad», decía. Oculta tras un biombo, sostuvo con total seguridad ante el magistrado que el acusado era la misma persona que trató de llevarse a su hija mientras ella sacaba dinero de un cajero.
«Yo estaba de espaldas tecleando el número cuando escuché a un hombre que decía, 'qué niña más guapa, me la voy a llevar a mi casa', y no le di importancia porque creía que era de broma», relató la mujer. Según detalló, fue la hermana mayor de la víctima quien se percató de que un individuo estaba intentando secuestrar a la pequeña y, al intentar impedirlo, el sujeto tiró también de ella.
La madre, indicó, se dio cuenta de que algo ocurría cuando vio a una amiga de ella peleándose con el hombre. «Mi amiga fue quien consiguió que las soltara tirando fuerte de las niñas», agregó la denunciante. Según añadió, su acompañante recriminó a esta persona que llevara a la menor hacia un callejón, a lo que el hombre, siempre de acuerdo con la mujer, respondió que todo se trataba de una broma.
A los cinco días, la madre iba en el metro cuando reconoció al supuesto autor del intento de los hechos, dando inmediatamente aviso a un vigilante, quien a su vez llamó a la Policía. «Era un hombre bajito, calvo y muy barrigón», describió. No tenía ninguna duda de que el acusado era esta misma persona, como insistió, asegurando además que no había podido olvidar su voz.
A 1,7 kilómetros
Pese a la convicción de la denunciante, dos vecinos y la pareja del investigado lo situaron a la hora en la que sucedieron los hechos en la zona próxima a su bloque, localizado a 1,7 kilómetros del lugar en el que ocurrió todo. Según manifestaron, el acusado salió de la vivienda poco después de las nueve y media de la noche para llevar la cena a su vecina impedida. Después, salió a la calle para bajar la basura de esta mujer y pasear a sus perros, como hacía cada día.
Los agentes de la Policía Nacional encargados de la investigación, llevada a cabo por el Grupo de Menores (Grume), señalaron que, pese a la reiteración de la madre de que el acusado fue quien trató de llevarse a su hija, sus rasgos no coinciden del todo con la descripción física que aportó en su denuncia. «Con la distancia que había entre el sitio en el que sucedieron los hechos y donde sitúan los testigos al hombre, habría tardado al menos 22 minutos andando», indicó uno de los agentes.
Al finalizar las declaraciones, la fiscal solicitó que se procediera a la reproducción de las imágenes captadas por la cámara de la sucursal en la que se encontraban la madre y la pequeña. Según pudo saber este periódico, en el vídeo se veía a un hombre de estatura baja y con la cabeza rapada, siendo captado de perfil cuando llevaba a una niña de la mano sin que esta opusiera resistencia. El juez señaló que el caso quedaba visto para sentencia.
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