Hurtos y ciberestafas, los delitos más extendidos en los grandes municipios de Málaga

De acuerdo con los datos del Ministerio del Interior, en dicho periodo se contabilizaron un total de 5.667 hurtos –63 al día– en la provincia de Málaga y 3.959 delitos perpetrados a través de medios cibernéticos –43 diarios–, donde proliferan principalmente las estafas informáticas.

Son los dos delitos que se sitúan a la cabeza en prácticamente todos los grandes municipios malagueños, aquellos con una población superior a 20.000 habitantes, donde ambos tipos delictivos se situaron en primer o en segundo lugar. Aunque los hurtos habían sido tradicionalmente los que daban lugar a más denuncias, aquellos que se perpetran a través de la red ya se han colocado en primer puesto en nueve de las 16 localidades malagueñas.

Concretamente, las ciberestafas se han consolidado como la infracción penal más extendida en los tres primeros meses del año en los municipios de Alhaurín de la Torre (92 casos), Alhaurín el Grande (50), Antequera (99), Cártama (49), Coín (42), Estepona (196), Mijas (276), Rincón de la Victoria (127) y Ronda (104), aunque la cantidad de delitos que se comenten en algunos de estas localidades no es comparable a las registradas en otros municipios malagueños por sus dimensiones y población.

En el caso de Alhaurín de la Torre, donde la criminalidad se vio reducida en un 0,6 por ciento respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, se daba además la circunstancia de que los hurtos experimentaron un importante descenso, del 33,3 por ciento, mientras que los delitos virtuales se incrementaron en un 41,5 por ciento al compararlo con los datos del mismo plazo de 2022.

En Alhaurín el Grande ocurrió justo lo contrario. De acuerdo con este balance, los hurtos repuntaron en este municipio en un 75 por ciento, pasando de 16 a 28, y pese a ser la modalidad delictiva que más se incrementó porcentualmente, son las infracciones penales asociadas a la ciberdelincuencia las que más casos acumularon al pasar de 34 a 50 casos, con una subida del 47,1 por ciento.

Cártama es otra localidad en la que los datos reflejan una excepción positiva: la ciberdelincuencia no aumentó, si no que se mantuvo en la misma cifra que en los mismos meses del ejercicio anterior, mientras que los hurtos, que fueron la segunda modalidad delictiva, no llegaron a la treintena al decrecer en un 33,3 por ciento.

Otro caso peculiar es el de Mijas, donde sí se produjo un considerable incremento de ciberestafas, ya que aumentaron en un 72,5 por ciento respecto al primer trimestre del ejercicio anterior al pasar de 160 a 276. A esto se une que los hurtos también crecieron, aunque en menor medida, en un 25,7 por ciento. De hecho, en 2022 todavía estaban por delante de los ciberdelitos, ya que hubo 206, mientras que en el presente año se situaron en 259.

Las cifras también reflejan dan muestra de ciertas peculiaridades al analizar el cómputo en aquellos municipios en los que los hurtos siguen siendo los delitos más perpetrados. Además de en Málaga capital, donde los robos al descuido también se situaron a la cabeza, fueron las infracciones penales más extendidas en Benalmádena (229), Fuengirola (457), Marbella (816), Nerja (53) y Torremolinos (293). En el caso de Vélez-Málaga, de enero a marzo se dieron exactamente la misma cifra de infracciones penales de ambas modalidades (190).

Benalmádena es uno de los municipios en los que los delitos que más crecieron fueron aquellos cometidos por Internet, con un aumento del 52,6 por ciento. Si bien, los hurtos, que subieron en un 10,1 por ciento, siguieron siendo los más comunes, con 229 casos en tres meses.

Lo llamativo es que el incremento de la delincuencia que ha experimentado la localidad (un 18,5 por ciento) se debe principalmente a estas dos modalidades delictivas, ya que fueron con diferencia las más perpetradas en este periodo respecto al resto de delitos.

En Fuengirola y en Marbella se dieron circunstancias similares, ya que pese a ser los ciberdelitos aquellos que más se vieron incrementados (en ambos casos en alrededor de un 54 por ciento), los hurtos continuaron siendo con un gran margen el delito más extendido en las dos localidades costasoleñas, a pesar de que su aumento porcentual fue mucho menor.